Marcelino, Soler, Paunovic, Lauren y Siviero, aplaudiendo a los aficionados.

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ÀRBITRO: Fernández Marín (Colegio Valenciano). Mostró tarjetas amarillas a Merino (min.65), Marcelino (min.75) y Engonga (min.90).

GOL: Minuto 83: Dani conecta de cabeza un testarazo de Marcelino a un saque de córner botado por Stankovic y descoloca a Prats, 1-0.

INCIDENCIAS: 12.971 espectadores en el Lluís Sitjar para presenciar la visita del Real Betis. Tarde fría y terreno de juego en buenas condiciones.

Las defensas tienen tanta importancia en los Mallorca-Betis que hasta llevan la iniciativa en los goles. Cuando todo apuntaba a que el choque entre dos de los mejores sistemas de contención de la galaxia acabaría cumpliendo los pronósticos, es decir, con un 0-0, la sociedad Stankovic-Marcelino volvió a fabricar de la nada uno de esos momentos de gloria que colman de felicidad al mallorquinismo de vez en cuando. En pleno dominio bético, el serbio se calzó el guante para dibujar una parábola perfecta al saque de un córner. No hace falta decirle nada a Marcelino cuando un balón vuela dentro del área a la altura de su cabeza y el asturiano conectó un testarazo hacia la portería de Prats. El balón llevaba la dirección perfecta, pero no la intensidad y empezó a perder gas muy cerca de la línea de gol, como el Toyota de Carlos Sainz. Parecía que iba a detenerse en el aire, pero en ese momento Dani emergió de la nada para asestar el golpe final. Fue un gran gol, un gol de oro, el mejor argumento posible con el que el Mallorca explicó al Betis y al mundo por qué es el líder, cada vez más líder, de Primera División.

El Betis salió al Lluís Sitjar resuelto a demostrar que su recuperación no es flor de un día y protagonizó la primera oportunidad de marcar cuando Benjamín Zarandona engatilló un disparo dentro del área que salió rozando el larguero mallorquinista. Fue una simple amenaza. El Betis, como suele ser habitual en los equipos de Clemente, avisa siempre antes de ejecutar sus intenciones y el conjunto verdiblanco lo hizo en incontables ocasiones. De hecho, no llegó a marcar nunca. Aunque los pronósticos anunciaban sequía de goles, Dani quiso ser el primero en romper las predicciones con un fuerte disparo que obligó a lucirse a Prats. Aún no había recuperado el pulso el Betis cuando de nuevo Dani tuvo el gol en sus botas al tratar de culminar una buena jugada entre Lauren e Ibagaza. Al catalán le sobró imaginación, pero le faltó acierto y no logró batir a Prats de un taconazo. Teniendo en cuenta que todas estas acciones transcurrieron en apenas diez minutos de juego, parecía claro que el marcador estaba condenado a moverse. Más pronto o más tarde, tenía que moverse.

Desde la mitad del primer tiempo, el partido se abrió hasta límites insospechados. El teórico «choque entre defensas» dejó paso a un sinfín de alternativas para uno y otro equipo, aunque los bermellones llevaron la iniciativa. Fue sin embargo en pleno dominio bético cuando se produjo el milagro. Un balón que partió de Stankovic y que robustece aún más el liderato de este prodigioso modesto llamado Mallorca.