Melanie Costa, en una imagen captada en la zona interior de la piscina olímpica. La nadadora todavía no ha dicho su última palabra en estos Juegos. | Fernando Fernández

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Un segundo y cien metros le faltaron y sobraron a la vez a Melanie Costa para hacer realidad su sueño de nadar una final olímpica. Y en la distancia que más a conciencia había preparado, los 400 metros libre. La nadadora de La Salle Palma dio, junto a Aschwin Wildeboer, una de las pocas alegrías a la representación española en el Centro Acuático de Londres en la segunda jornada de competición. La balear partía con la carta de presentación de su presencia entre las ocho mejores en el pasado Mundial de Shanghai. Pero tanto ella como Mireia Belmonte (13ª, 4:08.23) se vieron sorprendidas por el frenético ritmo imprimido en la práctica totalidad de las series, en especial por la francesa Camille Muffat y la estadounidense Allison Schimtt, autoras de los dos mejores registros de las tandas (4:03.29 y 4:03.31) y compañeras de piscina de la isleña, que tuvo que emplearse a fondo para mantener hasta el último momento sus opciones de final.

Y es que Melanie realizó una buena salida que tuvo continuidad durante los tres primeros tercios de la prueba (con pasos de 59.22, 2:01.11 y 3:03.66), pero los últimos cien metros se hicieron cuesta arriba, más dada la intensidad que impusieron Muffat, Schmitt, la neozelandesa Boyle y la danesa Friis. La dureza de la manga la deja clara el hecho de que, de las ocho finalistas, cuatro salieron de la serie que nadó Melanie, quinta finalmente en una tanda que, por fases, se desarrolló en tiempos inferiores al récord mundial.

Tal fue la lucha, que la vigente plusmarquista de la distancia (400 libre), la italiana Federica Pellegrini, y la estrella local, Rebecca Adlington, se metieron en la final con los dos tiempos que precedieron a la de Melanie. La mallorquina paró el crono en 4:06.75, un registro notable, pero su tiempo de 1:03.09 en los cien metros finales acabó por dejarla a las puertas de la gran final. Su marca, la novena en el cómputo general (que la dejó como primera reserva), mejora la que presentó para clasificarse para sus segundos Juegos (4:06.83) y augura buenas sensaciones a Costa, que rozó el diploma y la historia, pero que se marchó con buenas vibraciones de la piscina. Algo que quiere reconfirmar hoy en los 200 libre, donde tiene mucho que ganar y en los que las semifinales, hito alcanzado en Shanghai 2011, son su reto. La cita es a partir de las 11 horas, y Melanie nadará la última de las cinco series, desde la calle siete, pero dispuesta a dar el golpe.