Sergio Llull y Rudy Fernández chocan sus manos, ayer en el pabellón donde España entrenó. Hoy se medirán a China. | Fernando Fernández

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Son el contrapunto de la representación balear, pero a la vez una de las bazas más sólidas para regresar a las Islas con una medalla al cuello. Rudy Fernández (Palma, 1985) y Sergio Llull (Maó, 1987) inician una singladura histórica para el baloncesto del archipiélago, que aspira a una doble presea para los anales de la mano de dos futuros compañeros en el Real Madrid y dos de los puntales exteriores del equipo de Scariolo, defensor de la plata de Pekín.

Con tres Juegos (debutó en Atenas 2004), Rudy es el balear con más experiencia olímpica de los doce clasificados, mientras que Sergio se estrenará hoy ante China dentro de la gran cita del deporte. Y lo hace «maravillado por el ambiente. Es como te lo cuentan, todo diferente y muy especial. Es un sueño hecho realidad y lo máximo a lo que puede aspirar un deportista. Hay que aprovechar y disfrutar ocasiones como éstas, pero sabiendo que tenemos una responsabilidad en la pista». Por todo ello, el base-escolta es prudente y sabe que «al final, es un torneo de baloncesto y queremos llegar lo más lejos posible».

Sabedor de la dificultad del evento, Rudy también apuesta por ir dando pasos dentro del torneo olímpico, aunque no puede esconder que «ilusiona volver a luchar y ganar una medalla. Para eso hemos venido y vamos a darlo todo. Llevamos tiempo entrenando y preparando estos Juegos y tenemos unas ganas enormes de competir», asegura el exterior formado en Sant Josep, que se alegra de la presencia de dos baleares en las filas de la selección absoluta de baloncesto. Algo inédito en la cita. «Sergio es un grandísimo jugador, ya lo ha demostrado, y poder compartir con él esta experiencia es genial. Además, para Balears es algo especial, por tener a un mallorquín y un menorquín compitiendo por las medallas», continuó el nuevo emblema madridista.

En la misma línea se expresa Llull, que destaca la importancia de que dos menorquines (Sergio y el ciclista Albert Torres) coincidan en unos Juegos, una circunstancia histórica para la Isla. «Yo me siento muy orgulloso de ser menorquín y allá donde voy paseo el nombre de mi isla e intento dejarlo lo más arriba posible. Mi objetivo es subir al podio y poner a Menorca dentro del medallero», refiere el baloncestista ante la posibilidad de ser el primer deportista de la Isla que gana un metal olímpico. «Sería un orgullo añadido poder entrar en la historia por ese motivo», dice.

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Ante la esperada final que todo el mundo augura entre España y Estados Unidos, tanto Llull como Rudy prefieren ir cubriendo etapas en los Juegos antes de que se pueda producir el choque por excelencia, la revancha de Pekín 2008. «Es una competición dura y exigente y debes estar al 100%, además de tener un toque de suerte que te acompañe en algunos momentos. Llegar a la final y asegurar la medalla es la meta, después ya pensaremos en ganar», explica Sergio, a la par que el pequeño de la saga Fernández deja ver que «antes de eso tenemos un largo camino y hay que ir saltando obstáculos. No es fácil estar ahí, pero para ello nos hemos entrenado a tope estas semanas».

Sentimiento

Ambos son conscientes de que, además de Estados Unidos, otras selecciones pueden interponerse en su camino hacia el podio, los metales y el ansiado oro, pero el sentimiento que comparten es el de que quieren «volver con una medalla», algo que sería una buena noticia para el deporte de la canasta en las Islas, para el que ambos desean «que las cosas mejoren y pronto volvamos a ver equipos compitiendo al máximo nivel, pese a las dificultades que existen hoy en día».

Los sueños olímpicos de Balears miran desde hoy con energía hacia el baloncesto, donde Sergio Llull y Rudy Fernández quieren redactar la que puede ser una de las páginas más recordadas de la singladura olímpica del archipiélago.