Imagen del proyecto de óvalo previsto como base del circuito proyectado a mediados de los años 70 en Mallorca. | Fer Velilla

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En un momento en el que vuelve a estar sobre la mesa la necesidad de un circuito de velocidad en Mallorca, promovido por los diferentes estamentos del motor con el apoyo de las instituciones, con el fin de contar con un recinto público, la historia nos recuerda otras aventuras más allá de las recientes, con el proyecto diseñado por el arquitecto Biel Palmer, el sueño de levantar esa gran pista en Son Granada, o el actual trazado del Circuit Mallorca de Llucmajor.

No muy lejos de allí, entre s'Arenal y Llucmajor, existió el plan de crear un gran circuito de motor, automovilismo principalmente, bajo el paraguas de capital alemán y con el espectacular formato de óvalo. Incluso se fijo una fecha para su inauguración: el 28 de abril de 1976. Aunque nunca llegó a producirse, pese a que medios de prestigio como la revista Automóvil, se hicieron eco de esta idea.

Helmut Vethake era el rostro visible del circuito, como vicepresidente de Carrera Mallorca S.A., que encabezaba el también alemán Wolfgan Diemer, presidente de la sociedad y vicepresidente del Automóvil Club de Alemania, además de promotor del trazado de Hockenheim. La inversión prevista iba a ser de 300 millones de pesetas y se iba a inaugurar con una carrera de Fórmula 2, aunque podía acoger pruebas de F5000 o una escuela de pilotos.

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Mallorca era el lugar elegido por su condición de potencial destino turístico y la ubicación del circuito u óvalo permite estar bien conectado con el aeropuerto e incluso con Palma y su puerto. Casualmente, la ubicación se corresponde con la histórica que siempre se ha manejado para una instalación así en la Isla.

La pista iba a tener una longitud de 4,250 kilómetros y un ancho de 15 metros, además de dos de escapatoria en tres tramos, dejando la distancia entre el asfalto y el público en 14 metros para garantizar su seguridad. Curvas peraltadas, torre de control, boxes con 50 espacios, una pantalla gigante al estilo de la usada en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, helicóptero, parque de bomberos, ambulancias... y un aparcamiento para 800 coches y 700 autocares completaban el plan.

Que no llegó a buen puerto y del que en su día se habló a nivel nacional, aunque todo quedó en el mismo punto que otras iniciativas, a excepción del hoy Circuit Mallorca -antes Renn Arena-, que representa en parte la esencia de un plan que sirve de base para nuevas ideas que siguen presentes, pero quedan a la vez muy lejos todavía.