Imagen del vehículo que ocupaban Sonia Ledesma y Javier Burillo. | Daniel Arenal

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La Baja Aragón, una de las pruebas de motor 'off road' de referencia en suelo español, se convirtió en un infierno para la copiloto mallorquina Sonia Ledesma. La primera balear en participar y completar un Dakar (2023), sufrió un accidente serio junto a su compañero, Javier Burillo, con peores secuelas para este último, que sigue intentando recuperarse en un centro hospitalario. La mallorquina, días después y en frío, aunque todavía arrastrando los daños físicos del duro percance en carrera, ha querido agraceder la ayuda recibida en aquel duro momento y las muestras de apoyo de aficionados, amigos y gente del motor.

Pero también ha cargado duramente contra quienes hicieron caso omiso a sus señales de socorro tras el incidente, acaecido en el kilómetro 54 de la Baja Aragón el pasado 21 de julio, en la que se vieron obligados a abandonar al poco de iniciarse la prueba, que debía ser una pista de pruebas para calibrar las opciones de Ledesma en vistas a regresar al Dakar en 2024, un objetivo que se antoja complicado dados los problemas físicos que le ha dejado el incidente.

En un extenso escrito en las redes sociales, Sonia Ledesma relata los hechos y exhibe una larga lista de agracecimientos. «Como algunos sabréis Javier (Burillo) y yo tuvimos un desafortunado accidente el viernes 21 en el kilómetro 54 de la Baja Aragón (desafortunado=un vuelco suave con consecuencias graves). No voy a entrar en detalles porque no hay necesidad», refiere la balear.

Sonia agradece a quienes se pararon, la organización, la federación, los servicios de emergencia y a todos los que les tendieron la mano en unos momentos «de máxima tensión», apostilla la copiloto. «Gracias a los que os habéis preocupado de forma sincera por nosotros y nos habéis tendido la mano y ofrecido vuestra ayuda. Gracias a los que habéis tenido un momento para llamar, enviar un mensaje, un audio... me he sentido muy arropada en el que se ha convertido en el peor momento de mi vida», añade Sonia.

Pero también se guarda duras palabras contra quienes no se pararon a asistirles tras el accidente, pese a percatarse de la gravedad de la situación. «Y ahora viene la cara fea de todo esto, porque igual que hay gente maravillosa, hay personas a las que les tendrían que quitar el título de seres humanos. A los que no parasteis ni con un SOS en el Stella ni con UNA PERSONA PIDIENDO AYUDA FÍSICAMENTE en la pista (que es más grave porque eso no podéis decir que no os saltó el aviso o que no sabíais si el SOS seguía activo), que sepáis que sé perfectamente quienes fuisteis y que sé además que la carrera os fue bastante bien a la mayoría y me alegro, oye... me alegro porque ahora además de tener una parcela de infierno reservada para vosotros, tenéis un trofeo de plástico en vuestra casa que os recordará cada día de vuestras vidas que sois una mierda de personas», escribió Sonia Ledesma, visiblemente molesta y afectada por la situación.

Para acabar, Ledesma lanza un mensaje de esperanza a su compañero, que lucha por salir adelante. «Sólo mandarle fuerzas a Javier Burillo, su familia y amigos, estamos a vuestro lado, empujando con todas las fuerzas que nos quedan, algún día esto solo será un mal sueño que intentaremos borrar con unas cervecitas y unos cuantos pacharanes», concluye la experimentada copiloto, que intenta pasar página aunque siempre pendiente del estado de salud de su compañero y amigo.