Jorge Lorenzo, con el pulgar en alto. | Stephane Mahe

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La temporada que puede suponer la coronación definitiva de Jorge Lorenzo le permite seguir añadiendo récords a su amplia colección. En los albores de la quinta manga del curso, con la visita al inédito Silverstone en el horizonte -«sólo he visto la pista en la 'PlayStation' y ha cambiado mucho», aseguraba el mallorquín-, el 99 tiene ante sí la posibilidad de rubricar el mejor arranque dentro de la cilindrada reina, tanto en 500 c.c. como en MotoGP, de un piloto español.

Con 90 puntos en su haber, fruto de dos victorias (Jerez y Le Mans) y dos segundos puestos (Mugello y Losail), Jorge tiene la oportunidad de batir la marca de Sete Gibernau en 2004 o de Àlex Crivillé en el año en el que atrapó el título de 500 (1999). En el primer caso, el catalán acumuló 106 puntos tras cinco Grandes Premios, mientras que el hoy comentarista televisivo atesoró 104. Así, con un tercer puesto en Silverstone, Lorenzo igualaría a Sete, mientras que siendo segundo o ganador, haría suya la plusmarca. El último precedente cercano dentro de la parrilla nacional es el de su gran rival, Dani Pedrosa, con 94 puntos en cinco carreras en 2008.

Valentino

El techo está muy alto, pero Lorenzo está en disposición de poder luchar por acercarse a la épica. No en vano, Valentino Rossi, el gran ausente en Silverstone y en la temporada 2010, consiguió en 2005 casi el pleno en los cinco Grandes Premios de arranque, con 120 de 125 puntos en juego. Fue más allá, pues en once pruebas, hizo suyos nueve triunfos, un segundo y un tercer puesto, lo que le llevó a sumar uno de sus entorchados en la máxima categoría del motociclismo de velocidad.

La regularidad está siendo una constante, y se convertirá en una de las principales armas que esgrimirá Lorenzo para inscribir su nombre en la 'Torre de los Campeones'. Por ahora, ya mejora los números de Crivillé. Buena señal.