Marc Tur se prepara para entrar en escena en estos Juegos de Tokio 2020.

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La marcha balear vivirá su bautismo olímpico en la noche del próximo jueves 5 (22:30, hora española). Lo hará en Sapporo, lejos del bullicio de la Villa Olímpica, pero con unas condiciones de calor y humedad exigentes para Marc Tur (Santa Eulària, 1994) y el resto de participantes en la última aparición en los Juegos de los 50 kilómetros marcha, una prueba que servirá también de broche de oro a la trayectoria de Jesús Ángel García Bragado, que con ocho participaciones entrará en la leyenda olímpica española.

El ibicenco Marc Tur se ganó su plaza para Tokio tras vencer en la pasada Copa de Europa, con su mejor marca personal (3:47.40) y demostrando que puede ser una fiable opción dentro de esta especialidad para el equipo nacional.

Acabados sus estudios de Medicina el atleta de la Peña Deportiva Santa Eulàlia fijó su miras en un sueño olímpico que hará realidad en Tokio 2020, una cita que le está llevando una compleja adaptación horaria y a las condiciones climáticas de Sapporo y Japón en general en verano. «Quedan varios días y todavía se nota que llevamos poco tiempo aquí. A las 5:30 de la madrugada es la salida... Nunca he corrido a esa hora y por eso he tenido que amoldar mis hábitos a ese momento del día», explicaba desde la residencia del equipo español en la localidad nipone, donde agradece «la tranquilidad con la que podemos trabajar», aunque le sorprende «lo básico de las instalaciones».

Buena forma

Pese a los condicionantes, Tur se siente «en muy buena forma. Vengo con buenas sensaciones y veremos cómo nos sale el día de la carrera. Será dura, se notará el calor... Son cuatro horas y desde el minuto uno habrá que ir al 100%. Fácil no será, pero si consigo adaptarme y marcar un buen ritmo, se pueden conseguir un buen resultado», comenta al deportista ibicenco, entrenado por José Antonio Quintana y residente en el CAR de Madrid.
Lograr marca sabe Tur que será «difícil», teniendo en cuenta que «el calor y la humedad nos van a afectar. Yo saldré a hacer una buena competición, dentro de mis posibilidades», añade el marchador pitiuso, que no se pone «un objetivo, porque puede pasar de todo en carrera durante 50 kilómetros». Ve lejos las medallas, «porque se tendrían que dar muchas cosas, pero plaza de finalista sí que podría obtener, pero debería tener un día de 10», confiesa.

Sus buenas sensaciones a lo largo del último año, habiendo rebajado en siete minutos su marca de referencia, le permite afirmar con rotundidad que llega a los Juegos Olímpicos de Tokio «en mi mejor estado físico. Que se traduzca o no en un buen puesto final, no se sabe. Yo estoy bien, y la muestra fue la victoria en la Copa de Europa», reseña el atleta de Eivissa.