El gimnasta Nicolau Mir, tras su debut en Tokio. | Fernando Fernández

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El objetivo de alcanzar por primera vez la final olímpica por equipos del concurso masculino de gimnasia artística vuelve a quedarse en eso: una meta. Una serie de errores lastraron al conjunto español, cuarto en la primera subdivisión y alejado de un reto que volverá a plantearse dentro de tres años, en París 2024, pero con argumentos ilusionantes.

Que fueron los que dio el gimnasta mallorquín Nicolau Mir (Xelska-CTEIB), que con 21 años lució un temple y una solvencia que plasmó en regularidad en los seis aparatos, para acabar la primera subdivisión en una duodécima posición global que no es real, pues avanzará hasta el Top 10 y, a la espera de las dos siguientes subdivisiones, mantiene opciones de colarse en la final del concurso completo, el All Around, del próximo miércoles.

Un total de 79.665 invita a soñar a Mir, el primer gimnasta olímpico del carismático Club Xelska. Por delante suyo quedó Joel Plata (81.298), que le acompañaría en caso de acabar entre los 24 mejores. No será fácil, pero ahora la presión es para el resto.

En caballo con arcos (12.600) o anillas (12.400) se dejó décimas que compensó con holgura en salto (14.133), donde su apuesta por dar un paso al frente le permite rubricar un concurso notable e ilusionante de cara a un futuro en el que Nicolau Mir está llamado a ser uno de los líderes del equipo nacional.

Como lo es un Ray Zapata que presentó oficialmente sus credenciales a medalla en los Juegos en su irrupción sobre el tapiz del Ariake Gymnastics Centre. Ahí, el mallorquín Mir también anduvo atento (13.533), para rematar la labor con un segundo salto bien ejecutado y culminado y un ejercicio de paralelas que le hizo sumar 14.033 para el total de 79.665 con el que toca a la puerta de la finalísima.

A la par, España se descolgaba. En una rotación compleja para el equipo que dirige Fernando Siscar, China (262.061) y el equipo ruso (261.945) pugnaron por ese testimonial primer puesto de la subdivisión, con Ucrania lejos (247.492) y España pagando errores que hacían decrecer sus posibilidades de estar entre las ocho mejores y atravesar esa barrera inexpugnable que conduce hacia la final. La que sí podría disputar Nicolau Mir. Pero eso se sabrá en unas horas.