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La tensión en torno a la situación de la selección española femenina de fútbol es insostenible. La guerra entre las jugadoras y la Federación continúa sin visos de tregua amistosa justo cuando los duelos de la Nations League -claves para la consecución del billete a los Juegos de París- exigen soluciones rápidas. El partido ante Suecia es el viernes, y todavía continúan las dudas sobre si las jugadoras asistirán a la concentración de este martes de cara a preparar un partido que podría convertirse en la bomba definitiva.

Así lo ha dejado caer la jugadora del combinado sueco Filippa Angeldal, quien ha aseverado en recientes declaraciones que las jugadoras suecas estarían dispuestas a acompañar a las españolas en un hipotético boicot contra la gestión de la RFEF.

«Queremos que sientan todo el apoyo y que los demás países les apoyan en cualquier decisión que tomen. Si creen que tienen que boicotear el partido para que pase algo, nosotros les apoyamos», fueron las palabras difundidas por la jugadora.

En Suecia contemplan el boicot

Lo cierto es que esta declaración del combinado sueco refrenda una opinión que ya ha adquirido peso en el país del norte de Europa. Y es que si ahora emana de las futbolistas, antes lo hizo de los poderes políticos.

«Suecia debería boicotear el partido ante España si Rubiales no dimite o la RFEF elude las peticiones de sus futbolistas», aseguró hace algunas semanas Nooshi Dadgostar, miembro del parlamento de Suecia y líder parlamentaria del grupo de izquierdas.

La propuesta, difundida poco antes de la renuncia oficial del ya expresidente, fue esbozada de cara a ser debatida en el parlamento como paso previo a la creación de una orden federativa que lo permitiese. Finalmente no fue llevada a cabo.