Cata Coll y Pablo Roca.

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La trayectoria de una de las grandes protagonistas de la selección española, la mallorquina Cata Colla, posiblemente no habría sido la misma de no haber pasado por la escuela de porteros de Pablo Roca, donde consiguió perfeccionar su técnica y convertirse en una guardameta de cinco estrellas. Pablo es uno de los preparadores de porteros con más talento de nuestra comunidad y gracias a sus conocimientos y dedicación, muchos porteros y porteras han conseguido mejorar en todos los sentidos.

Todo el fútbol balear conoce cómo trabaja Pablo, que además de llevar a cabo la labor en numerosos equipos, su labor en la escuela es fundamental para que muchos jóvenes porteros puedan entender mejor qué representa ponerse bajo los palos. Roca siempre ha destacado el nivel competitivo que ha demostrado Cata. «Ella tiene un gran talento y una virtud muy especial, que es intuitiva, razona por sí sola, es una gran competidora, siempre quiere ganar, da igual a qué. Su afán por competir le hace esforzarse al máximo», relataba Pablo.

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«Cata tenía problemas en una rodilla y yo debía frenarla porque no paraba, tenía que medir mucho el tema de las cargas», indicaba. «Lo que incidía más conmigo era el trabajo técnico, controlar el balón aéreo porque al final ella jugaba en el Coll y había mucho balón parado y tenía que controlarlo. Gracias a su personalidad lo ha mejorado, todo es gracias a ella, yo le he marcado el camino y ella lo ha recorrido, todo el mérito es suyo, todo lo ha ganado gracias a su esfuerzo y a su trabajo», relataba el técnico.

¿En qué se fija Pablo cuando juega Cata? El técnico destaca sentirse muy satisfecho porque es una jugadora que ha mejorado todos los puntos débiles que exhibía cuando empezó. «Me fijo mucho en el tema del juego aéreo, la colocación táctica y cuando lleva a cabo salidas por alto. Cata calcula muy bien las trayectorias, percibe bien la dirección y tiene personalidad para salir a por el balón. Es valiente y sale, también el uno contra uno», explicaba Pablo.

El técnico ha tenido la oportunidad de entrenar durante muchos años a Cata. «La empecé a entrenar en alevines de segundo año, allí empecé a conocerla. Ya más mayor venía de vez en cuando durante la semana y realmente cuando tenía 14 años, ella y sus padres dieron un paso adelante, venían a la academia para entrenar tanto a nivel de grupo como también de forma individual, dos o tres veces por semana y a todo esto había que añadir los entrenamientos de su equipo. Con 16 años ella estudiaba por la mañana y yo iba a buscarla a las 11 al Principes de España y entrenábamos en Can Valero». El camino hacia la élite es muy difícil y sacrificado y Cata ha luchado mucho para llegar y sin duda Pablo Roca le enseñó a volar para convertirse en una portera ‘top’.