Imagen del reformado estadio del Levante.

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El Levante de Segunda Divisón está al borde del descenso administrativo a Primera RFEF si alguien no sale rápidamente a su rescate según informa Ser Deportivos Valencia. El informe económico elaborado por la LaLiga le advierte de la necesidad de encontrar una fuerte inyección de dinero antes del 31 de julio para estar al corriente de pago con sus jugadores y con la Agencia Tributaria.

Durante las próximas horas, el director corporativo de LaLiga, Javier Gómez se va a reunir con las diferentes candidaturas que están interesadas en presentar planes de viabilidad para gestionar el club y ofrecerles los datos económicos de una sociedad con un notable volumen de deuda y con unos gastos de plantilla y estructurales que obligatoriamente tendrá que reducir drásticamente. La venta de Pepelu es la primera de muchas que el club tendrá que realizar en las próximas semanas para reducir al máximo los 30 millones de euros que habría que desembolsar de forma inmediata para reequilibrar la situación financiera del club y pueda salir a competir la temporada 2023-24 con todas las garantías.

Según la Cadena Ser, el Levante lleva perdiendo dinero de forma consecutiva durante los tres últimos ejercicios por valor de 47,8 millones y sin que el presidente ejecutivo haya querido desprenderse de sus jugadores franquicia, ni haya reducido la masa salarial de la plantilla con fichajes como Mustafi o Soldado, ni haya rebajado la sobredimensionada estructura que ha terminado por reventar al no conseguir el ascenso.

La situación es extrema porque el Levante ya no tiene activos que no estén hipotecados para ofrecer garantías a una entidad financiera y le permita solicitar un préstamo bancario. La inyección de 35 millones de euros tendrá que llegar por la venta urgente de jugadores, a través de una ampliación de capital que diluiría el poder de la Fundación o la llegada de inversores privados como el préstamo participativo que propone José Dánvila y Vicente Boluda, indica la Ser de Valencia.