Los integrantes de los Veteranos de Son Malferit, en Santa María. | Miquel Àngel Cañellas

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El deporte no federado vive en un vacío institucional y normativo a consecuencia de la COVID-19 que les ha dejado fuera de juego. En el caso del fútbol, la agrupación Veteranos de Son Malferit, con cuarenta años de actividad organizada a sus espaldas, ha visto frenada su actividad y pide, tanto al Govern como la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) que tengan presentes casos como el suyo. «Somos un grupo de amigos, estable, e intentamos cuidarnos y seguir todos los protocolos sanitarios en nuestra vida cotidiana», explica Javier Montaner, portavoz de este grupo de deportistas aficionados, acompañado por Rafa Madueño, Juan García, Tomeu Palou y Juan Pablo García, representantes de este singular grupo.

«Queremos volver a jugar, es importante para nuestra salud. Creemos que no se nos puede discriminar», explica Montaner, que abre su teléfono (629669327) a otros grupos que estén en esta situación de «abandono». Los Veteranos de Son Malferit, que reúnen a jugadores procedentes de Palma, Inca, Moscari, Binissalem, Llucmajor o Bunyola alquilan campos de fútbol para juntarse y jugar. «Somos deportistas, no federados, pero nuestra función es también social», aseguran.