Imagen del último partido disputado por el Mallorca en Son Moix. | MIQUEL A. BORR¿ÅS - UH - GRUP SE

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Fuera de la burbuja del playoff y advertido por el primer obstáculo serio que apareció en la calzada, al Mallorca no le queda otra que poner el contador a cero. La derrota ante el Albacete acabó con la estrella que el conjunto balear guardaba en casa y le recordó los peligros de una liga tan apretada como insegura. Hoy, con los moratones de esa última batalla todavía en el rostro, regresa a uno de los puntos negros que tiene repartidos por el mapa del fútbol español. En el Anxo Carro, un estadio donde nunca ha ganado y en el que encadena cuatro derrotas consecutivas, le espera un Lugo que superó su depresión inicial venciendo hace siete días en Zaragoza y que confía en aprovechar esa estela (LaLiga 123 TV, 16.00 horas).

El conjunto de Vicente Moreno vuelve a la espiral de la liga tras encajar la primera derrota en casa durante un partido en el que, además, se le pinchó el flotador defensivo. Perdió a su capitán en plena batalla (Xisco Campos estará en torno a un mes de baja tras su brutal golpe con Rey Manaj) y lo remató la expulsión de Raíllo, que podría haberle salido más cara de lo que le costó finalmente. Por si fuera poco, se retrasa la incorporación de Joan Sastre, al que unas molestias en la rótula mantienen inactivo esta temporada. Seguirán Salva Ruiz y Fran Gámez en los laterales, pero la parcela central será para Valjent y Russo. Sin apenas referencias de un Mallorca despojado a la vez de Campos y Raíllo en un mismo partido, el eslovaco y el argentino, compartieron hace poco plaza en una de ellas. Fue hace unas semanas, en Copa y contra el Oviedo. Y el equipo no solo ganó, sino que lo hizo sin abrir la puerta.

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Más allá de los muros de la defensa también hay movimientos. Vicente Moreno recupera a Abdón Prats, que cumplió un encuentro de sanción la semana pasada, pero a su vez decide prescindir de Carlos Castro. El asturiano, seguramente el fichaje estrella del proyecto, lleva tiempo sin marcar diferencias y no ha superado el filtro impuesto por el entrenador valenciano esta semana. Su salida de la expedición, que resulta especialmente llamativa, se une a la Pablo Valcarce, otro de los que sumaron en verano al equipo, que ya enlaza dos semanas consecutivas en la grada. Por contra, en la expedición desplazada ayer a tierras gallegas sí aparecen Alejandro Faurlín, Baba, Stoichkov o Merveil Ndockyt, que ante el Albacete ya disfrutó de sus primeros minutos como bermellón.

El reto del Mallorca consiste en regresar de Lugo con algún punto en la maleta, algo que solo ha hecho una vez, a comienzos de los noventa, cuando empató gracias a un tanto de Stosic. Tardó más de veinte años en volver al Anxo Carro y las cuatro veces que lo ha visitado desde entonces se ha ido a casa con una derrota. Hoy el fútbol le brinda otra oportunidad.