Los jugadores del FC BATE Borisov celebran el gol conseguido ante el Athletic de Bilbao, durante el partido del grupo H de la Liga de Campeones disputado en el Borisov, Bielorrusia, este martes 30 de septiembre del 2014. | TATYANA ZENKOVICH

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BATE Borisof 2 - 1 Athletic Club

BATE Borisov: Chernik; Khagush, Polyakov, Filipenko, Mladenovic; Yablonski, Aleksandr Volodko; Gordeychuk (Olekhnovich, min.92), Karnitski (Rodionov, min.86), Maksim Volodko (Yakovlev, min.81); y Signevich.

Athletic Club: Iraizoz; Iraola (Toquero, min.77), San José, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Beñat, Rico (De Marcos, min.46); Muniain, Aduriz e Ibai Gómez (Susaeta, min.46).

Goles: 1-0, min.19: Poliakov. 2-0, min.41: Karnitski. 2-1, min.45: Aduriz.

Árbitro: Stéphane Lannoy (FRA). Mostró tarjeta amarilla al local Polyakov y a los visitantes Beñat, Toquero y Laporte.

Estadio: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo H de la Liga de Campeones disputado en un Borisov Arena que no se acabó de llenar en sus 13.000 localidades. Entre ellos, un centenar de aficionados rojiblancos.

El Athletic Club de Bilbao ha continuado este martes en Bielorrusia con el derrumbe que está sufriendo en las últimas semanas y se ha complicado enormemente su futuro europeo de esta temporada cayendo ante el BATE Borisov a domicilio por 2-1.

Aún pudo ser peor el resultado para el Athletic, que concedió un montón de oportunidades a los locales y, además, se mostró incapaz de crear ocasiones en el otro lado del campo.

Y eso que hubo una jugada que amagó con cambiarle el rumbo al partido, el gol de Aritz Aduriz al filo del descanso con el que el ariete internacional español acortó las distancias que habían abierto en el marcador el central Denis Polyakov y el media punta Alekdandr Karnitski en los minutos 18 y 41.

Pero no le sirvió de nada ese tanto al conjunto de Ernesto Valverde, que no mejoró demasiado en la segunda mitad, no aprovechó ni unos últimos minutos de asedio final y termina la segunda jornada de la Fase de Grupos colista de su grupo, el H.

Con este 2-1, el Athletic, que empató sin goles en San Mamés con el Shakhtar Donestk en el arranque de la liguilla, teme ahora hasta por una tercera plaza que le dejaría al menos en la Liga Europa.

El marcador de hoy, por contra, ha cambiado la cara y mucho las cosas a un BATE que es segundo a pesar del 6-0 de la primera jornada en Oporto y ya aspira hasta a llegar a los octavos de final después de que los cambios realizados hoy por Alexandr Yermakovic, curiosamente la mayoría en ataque, surtiesen efecto.

El Athletic, en otra noche horrible en el pase de casi todos sus jugadores, excepto Iker Muniain, Aymeric Laporte y Aritz Aduriz, soñará durante tiempo con los inesperados Karnitski, Maksim Volodko y Nikolai Signevich.

Aunque el primero en activar la atención de los porteros fue Beñat, en el minuto 2, el Athletic ahondó en la primera mitad en el mal juego y las malas sensaciones de los últimos quince días de inesperado desplome.

El gigantesco Signevich (1,94 metros), una de las novedades en la alineación local respecto a la debacle de Oporto, curiosamente todas de medio campo en adelante a pesar del 6-0 en Do Dragao, fue una pesadilla para el Athletic y por sus intervenciones llegaron los dos goles bielorrusos en la primera mitad.

El primero, en el tercer córner de los azules. Un saque de esquina botado por Maksim Volodko, otra de las novedades, que el ariete peinó en el primer palo ante San José e Iraola y que el central Polyakov remachó casi bajos con su marcador Iturraspe muy alejado.

El 2-0 también lo provocó Signevich con un primer desmarque a nuevo servicio de Maksim Volodko, pero el tanto de Karnitski, que llegaba a la frontal, fue afortunado porque el balón se le coló a Iraizoz muy despacito tras tocar en Iraola.

No fueron esas las únicas veces que Signevich amenazó a la defensa bilbaína, ya que una volea en el minuto 30 se le fue al palo con Iraizoz batido. Antes, en el 14 y el 21, se había topado con dos defensas que convirtieron en córner otras dos ocasiones suyas.

El Athletic, a menos en toda la primera mitad, no era capaz de hacerse con el control del juego y solo Beñat, con un par de disparos sin mayor peligro, lograba enganchar algún remate.

Pero cuando parecía más roto y desesperado el conjunto vasco, al filo del descanso, Muniain, de lo poco salvable hasta entonces de su equipo, se sacó una preciosa jugada al borde el área, encontró a Aduriz y el ariete internacional se giró con su central a la espalda para poner el esperanzador 2-1 con un disparo cruzado.

Tal era el desastre rojiblanco en el intermedio que Valverde dejó en el vestuario a dos de los jugadores en los que más confía, Mikel Rico e Ibai Gómez, para intentar cambiar las cosas radicalmente en la segunda mitad.

No lo consiguió a pesar de la presencia de Oscar de Marcos y Markel Susaeta, ya que las contras de Signevich, Karnitski y Maksim Volodko tuvieron en jaque a la zaga visitante un primer cuarto de hora con hasta cinco llegadas con opciones para los locales.

Aún tuvo otra más Signevich, en el minuto 69, ya con el partido de ida y vuelta, pero al tanque bielorruso ya le quedaba poca gasolina y menos chispa.

Y para el asedio final bilbaíno Valverde echó mano de Toquero, pero a éste se le fue alta la ocasión de la que dispuso ya en el tiempo añadido. Como tampoco pudieron aprovechar las suyas Susaeta y Aduriz.