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Athletic 3 - 1 Sevilla

Athletic Club: Iraizoz; Iraola, San José, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Rico (Morán, min.90); Susaeta, Herrera, Muniain (De Marcos, min.83); Aduriz (Toquero, min.88).

Sevilla FC: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Alberto Moreno; Diogo, Carriço (Vitolo, min.64), Iborra, Trochowski (Rakitic, min.64); Gameiro y Bacca (Jairo, min.74).

Goles: 1-0, min.4: Susaeta. 2-0, min.53: Muniain. 3-0, min.73: Herrera. 3-1, min.79: Gameiro.

Árbitro: Alfonso Álvarez Izquierdo (Colegio Catalán). Expulsó a Diogo, en el minuto 72, por doble amonestación. Además, mostró tarjeta amarilla a los locales Muniain y Toquero, y a los visitantes Pareja, Iborra y Carriço.

El Athletic Club se ha impuesto este domingo al Sevilla en San Mamés en un partido clave para decidir la cuarta plaza de la tabla clasificatoria y ya se ve en la previa de la Liga de Campeones después de un 3-1 más claro de lo que da a entender el marcador, plasmado con tres golazos de Markel Susaeta, Iker Muniain y Ander Herrera a los que respondió Kevin Gameiro en el tramo final.

Abrió el marcador Susaeta, en el minuto 4 con un curioso gol olímpico, ya que el balón entró por el primer palo y casi a ras de suelo; amplió distancias Muniain en el 53 dando fin a una espectacular combinación de más de una quincena de toques dirigida por un espléndido Ander Iturraspe; Herrera puso el 3-0 en el 73 con un gran cabezazo a centro, como Muniain, de Iraola desde la derecha.

Gameiro acortó distancias en el 79, ya con su equipo en inferioridad numérica desde el 72, después de que le habilitase Jairo tras recibir un balón largo desde la defensa visitante.

Esta victoria casi le asegura a los de Ernesto Valverde terminar el campeonato liguero cuarto en la última plaza de Liga de Campeones, ya que, con solo tres partidos por disputarse, aventaja en 6 puntos y el average particular al quinto, el propio Sevilla.

Los de Unai Emery parecen ahora ya más destinados, además de a buscar el jueves su segunda final de la Europa League en Mestalla, a defender la quinta posición. A la que se le ha acercado la Real Sociedad a solo dos puntos después de ganar al Betis.

El partido se inició con el tocado Muniain en el once del Athletic y hasta seis cambios en el Sevilla respecto al equipo del pasado jueves ante el Valencia. La más sorprendente, por la importancia del croata en el equipo hispalense, la de Rakitic.

Una primera cabalgada de Bacca, finalizada con un disparo alto por el colombiano, atemorizó a la entregada grada de San Mames. Que estalló rápido, en el minuto 4, al abrir Susaeta el marcador con un poco habitual gol olímpico.

En contra de lo que suele ocurrir en los saques de esquina que entran directamente a portería, el balón entró por el primer palo de la meta de Beto y casi a ras de suelo. No estuvo bien ahí la zaga hispalense, como tampoco Beto y Fazio al no entenderse como debían en el centro al área que originó el córner.

Entró así el encuentro en una situación inesperada para dos equipos que se habían preparado para lo contrario de lo que demandaba el marcador. Es decir, el Athletic para insistir sobre el área rival y el Sevilla para buscar la contra con las carreras de Bacca y Gameiro.

En ese tesitura, los de Valverde optaron por mantener el plan y mandar como acostumbran en San Mamés, gracias a una asfixiante presión y un alto ritmo en la circulación del balón buscando casi siempre el ataque por las bandas.

Por ellas encontró el peligro con dos centros de Balenziaga e Iraola que no pudo rematar con comodidad Aduriz, primero de cabeza y después con el tacón.

El Sevilla, muy duro en la parte de atrás y bastante tarjeteado al descanso, esperaba y esperaba a alguna oportunidad. Le aparecieron dos resquicios entre la defensa rojiblanca, pero a Gameiro se le adelantó en ambas un Iraizoz muy concentrado en el partido y acertado en las decisiones.

Antes, en la primera media hora, más amagos que otra cosa en disparos lejanos de Diogo, el propio Gameiro, Laporte y Herrera.

La segunda parte empezó fría en el campo y en la grada, que parecía tardar en finiquitar el bocadillo de rigor del descanso, y el Sevilla se animó a acercarse al área de Iraizoz.

Pero entonces apareció Iturraspe, cogió las riendas del juego y dirigió a sus compañeros en una impresionante jugada por el número de toques, por su duración, por su plasticidad y por su finalización. Fue Muniain el que la terminó como correspondía en el segundo palo tras un centro de Iraola que superó a Aduriz y toda la defensa visitante.

Un par de acercamientos andaluces, de Bacca y Gameiro primero y un cabezazo de Carriço en jugada a balón parado, apuntaban a un cambio de tendencia en el juego. Una impresión que se acentuó cuando Emery puso sobre el terreno de juego a Rakitic y a Vitolo por Carriço y Trochowski.

Efectivamente, el Sevilla buscó cambiar las cosas con más jugadores claramente ofensivos, pero tras unos intentos, llegaron casi seguidos la expulsión de Diogo y el tercer tanto local, en los minutos 72 y 73, y el choque y la pelea por la última plaza Champions quedaron vistos para sentencia.

El tanto de Gameiro, en el 79, solo sirvió para maquillar un tanto el resultado y de antesala a la fiesta de la afición bilbaína, que se ve ya en su segunda visita a la Liga de Campeones.