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Celta 0 - 0 Villarreal

Celta de Vigo: Yoel; Hugo Mallo, David Costas, Aurtenetxe, Toni; Fontás; Augusto Fernández (Krohn Dehli, m.63), Rafinha, Alex López (Orellana, m.75), Santi Mina (Nolito, m.57); y Charles.

Villarreal: Sergio Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Aquino, Trigueros (Pina, m.58), Bruno, Cani (Hernán Pérez, m.67); Jonathan Pereira y Giovani (Perbet, m.77).

Árbitro: Pérez Montero (colegio andaluz). Amonestó con tarjeta amarilla a Alex López (min.37), Aurtenetxe (min.52), David Costas (min.74), Rafinha (min.82) y Hugo Mallo (min.90), por parte del Celta de Vigo, y a Bruno (min.47) por parte del Villarreal.

Celta de Vigo y Villarreal firmaron tablas en un partido en el que el conjunto castellonense fue superior a su rival pero se estrelló ante el portero gallego Yoel Rodríguez, quien sostuvo a su equipo con una gran actuación.

Sorprendió la falta de recursos ofensivos del Celta en el duelo. El equipo de Luis Enrique, que sigue sin ganar en Balaídos, se vio superado por un Villarreal muy bien plantado y con dinamita en ataque. Cada pase a la espalda de la defensa celeste sacó a relucir los desajustes defensivos de la zaga viguesa.

Sólo el desacierto de Jonathan Pereira evitó que el «submarino amarillo» se adelantara en el primer acto. Un tiro suyo en el minuto 12 lo desvió Yoel con los pies. Poco después, el delantero vigués del Villarreal, el sueño inaccesible del presidente celeste Carlos Mouriño, volvió a rozar el gol con un remate que salió lamiendo el poste.

El Villarreal dejaba pocos espacios y al Celta le costaba desplegar su fútbol de toque. Rafinha y Alex López, los futbolistas más creativos de su equipo, no entraban en juego, mientras que Santi Mina, la sorpresa en la alineación de Luis Enrique, estaba desaparecido en la banda. No es su posición habitual y el experimento de su entrenador no funcionó -el canterano fue sustituido por Nolito en el minuto 57-.

Una falta lateral ejecutada magistralmente por Toni, y que desvió con apuros Sergio Asenjo, fue la única oportunidad del Celta en el primer tiempo, demasiado poco para un equipo que acostumbra a generar muchas ocasiones de gol.

Tras el descanso, el Celta se estiró para tener mayor protagonismo en el centro del campo. Su entrenador metió a Nolito y Krohn-Dehli para ganar profundidad por las bandas.

No le importó demasiado a su rival retroceder unos metros, sabedor de la rapidez y calidad de sus atacantes para salir al contraataque, especialmente Giovani y Pereira, dos puñales constantes para la zaga gallega.

En el minuto 64, después de un error monumental de los jugadores del Celta, que permitieron a Aquino sacar rápido una falta al borde del área, Jonathan Pereira volvió a enmudecer Balaídos con un disparo cruzado que se marchó fuera por muy poco.

El Celta, sin su habitual cerebro, Borja Oubiña -Luis Enrique situó a Fontás como mediocentro para reforzar el sistema defensivo-, estaba desbordado por un Villarreal que metió una marcha más a su juego y en el último cuarto de hora volvió a generar peligro, aunque de nuevo Yoel sostuvo a su equipo con dos grandes paradas a disparos de Aquino y Hernández Pérez.