Los jugadores del FC Barcelona David Villa, Pedro Rodríguez y Xavi Hernández (izq-dcha) celebran el segundo gol blaugrana, anotado por el delantero argentino Lionel Messi. | Efe

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F.C. Barcelona 2 - 1 Athletic


F.C. Barcelona: Pinto; Dani Alves, Piqué, Sergio Busquets, Abidal, Mascherano (Maxwell, min.65), Xavi, Iniesta, Messi, Villa (Keita, min.84) y Pedro (Afellay, min.90+2).

Ahtletic Club: Iraizoz, Iraola, Ekiza, Amorebieta, Koikili, Susaeta (David López, min.84), Javi Martínez, Gurpegi, Gabilondo (Munianin, min.71), Iturraspe (Toquero, min.46) y Llorente.

Goles: 1-0: Villa, min.4. 1-1: Iraola (p), min.50. 2-1: Messi, min.77.

Àrbitro: Ramírez Domínguez (Colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Koikili (min.24), Iraola (min.32), Alves (min.36), Sergio Busquets (min.49), Piqué (min.52) y Guerpegui (min.90+2).


Un gol de Messi a un cuarto de hora para el final dio la victoria al Barcelona (2-1) sobre el Athletic Club y restableció en cinco puntos la ventaja del conjunto azulgrana sobre el Real Madrid, que el sábado se había acostado a solo dos del líder tras su victoria ante el Levante.

En otro partido de alto voltaje, como siempre ocurre cuando los azulgranas se miden al conjunto bilbaíno, el Barca tuvo que emplearse a fondo para llevarse los tres puntos y reencontrarse con la victoria tras sus dos últimos tropiezos ante el Sporting y el Arsenal.

Era la cuarta vez que Barcelona y Athletic se veían las caras esta temporada, pero Guardiola aún tenía reservada a Caparrós una sorpresa táctica. El técnico del conjunto azulgrana sacó a Villa de la banda izquierda para colocarlo de delantero centro, desplazó a Pedro al costado zurdo, puso a Messi de enganche por detrás de ambos y adelantó a Alves hasta convertirlo en extremo por banda derecha.

Eso obligó al Barca a defender muchas veces solo con tres atrás -Piqué, Sergio Busquets y Abidal- y a apretar muy arriba desde el inicio para recuperar el balón en la presión y no hacer sufrir en exceso a la zaga.

El invento pilló al Athletic a contrapie. Y el conjunto azulgrana alejó todos sus fantasmas a los cuatro minutos, cuando Xavi leyó una ruptura por banda de Alves, que cedió atrás de primeras para que Villa rematara a placer para lograr el 1-0.

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El brasileño fue un puñal por el costado de Gabilondo durante toda la primera mitad y el Barca un equipo herido en su orgullo con ganas de hacer pagar al conjunto bilbaíno sus dos últimos tropiezos ante el Sporting y el Arsenal.

El Athletic, en cambio, presentó un planteamiento mucho más ortodoxo, el que utiliza habitualmente ante la escuadra azulgrana y que dice que al Barcelona se le ataca en San Mamés, pero se le espera en el Camp Nou.

Caparrós dispuso un once con Llorente como única referencia en punta, que defendía con las líneas muy juntas, que incluso se atrevía a presionar en ocasiones la salida de balón del rival, pero al que la pelota le duraba un suspiro.

Aun así, un par de apariciones de Llorente -una para centrar un balón a Iturraspe y otra para obligar a lucirse a Pinto en un remate de cabeza- animaron el partido.

El Barca, en cambio, flojeaba en los metros finales pese al claro dominio que ejercía del choque. De hecho, solo Villa, en una vaselina muy parecía a la que acabó en gol en el Molinón y que esta vez se estrelló en el larguero, puso en verdaderos apuros a Iraizoz durante esta primera mitad.

El guión del partido cambió al inicio de la reanudación, cuando Busquets quiso solventar un error en el pase de Abidal y cometió un absurdo penalti sobre Llorente. Iraola engañó a Pinto, hoy sustituto del lesionado Valdés, y el Athletic empató el partido cuando todavía quedaba toda la segunda mitad por jugarse.

El conjunto bilbaíno vio al Barca tocado, fue a buscarle arriba, pero solo fue un arreón, unos minutos de excitación visitante en los que el asistente truncó una contra del Athletic por una inexistente fuera de juego de Toquero.

Sin embargo, la jugada polémica del encuentro llegaría poco después, cuando Ramírez Domínguez se comió un claro penalti de Javi Martínez sobre Messi, después de un maravilloso eslalon del crack argentino.

Guardiola, que había protestado con vehemencia la decisión arbitral, sentó entonces a Mascherano, dio entrada a Maxwell y recuperó el dibujo original. Los azulgranas, liderados por un Iniesta espectacular, se fueron directamente a por el partido y el Athletic decidió que era el momento de parapetarse bien atrás y aguantar el empate.

Villa lo intentó con un disparo cruzado que Iraizoz repelió, pero fue Messi, otra vez Messi, el encargado de rescatar al Barca al rematar a gol en el primer palo un asistencia de Alves a falta de un cuarto de hora para el final

El argentino, que hasta la jugada del penalti no señalado había estado más apagado de lo habitual, se animó con el gol y a punto estuvo de hacer un par más en la recta final del partido, cuando el equipo, con el marcador a favor, pudo jugar a placer.