Nando Pons, Carlos González, aspirante a adquirir el Mallorca, y Javier Jiménez, durante un almuerzo celebrado en Madrid. | Juan Aguado

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Si el club va bien en el tema deportivo, el éxito es suyo. Si la entidad está en la ruina económica más absoluta, la culpa es del consejo de administración. Esta es una de las conclusiones que se pueden extraer del informe elaborado por Fernando Pons Niza a petición de la administración concursal el pasado 8 de julio.

En este análisis de la situación, al que ha tenido acceso Ultima Hora y cuyo primer capítulo desveló ayer este periódico, el director deportivo del Mallorca elude cualquier responsabilidad económica y, en cambio, se atribuye todos los éxitos deportivos y de gestión. Pons, por ejemplo, califica de «excelente» la situación deportiva por la permanencia en Primera División con la fuente de ingresos que ello supone y se atribuye todo el mérito del ascenso del filial a la Segunda División B, categoría alcanzada «bajo mi responsabilidad» como director deportivo.

En cambio, el ex jugador del Murense se desmarca de cualquier responsabilidad en materia económica: «Mi labor es la de gestionar recursos deportivos y nunca económicos, que corresponden obviamente al consejo de administración». Eso sí, Pons obvia en su informe que el salario de los futbolistas era una de sus responsabilidades... Curiosamente, el coste salarial de la plantilla bermellona, bajo su mando en la dirección deportiva, ha ido aumentando de forma considerable a medida que el club balear se acercaba peligrosamente a la cornisa de su colapso económico.

También llama la atención que se atribuya el mérito de los jugadores que mejor rendimiento han dado y, sin embargo, se desmarque de las pifias que han desfilado por el vestuario isleño en el último lustro.

Nando Pons también se congratula por dejar un «activo profesional y deportivo» y recalca la «nada despreciable cifra de 1,8 millones de euros que ha dejado en caja la recompra de Mario Suárez por el Atlético de Madrid». Asimismo, refleja en su informe el «espectacular rendimiento económico» que ha supuesto para la SAD balear los 'bonus' pactados con diversos clubes por las cesiones de Nsue, Javi Guerra, Delibasic, Pau Cendrós, Trejo o Martí Crespí, entre otros.

El director deportivo, en cambio, se contradice cuando tilda de «suicidio deportivo» comentar que Pierre Webó, «el único integrante de la plantilla del Mallorca presente en el Mundial de Sudáfrica, no entra en los planes del entrenador». Pons se «olvida» que fue él precisamente quien aireó que Webó y Corrales no entraban en los planes del empresario Carlos González después de almorzar con éste -un aspirante al accionariado de la entidad balear- en un restaurante de Madrid.

Resalta que las «filtraciones mediáticas diarias han devaluado totalmente el activo», olvidando que él había hecho lo mismo apenas un año antes...

Pons, que como reflejó ayer este diario había cuestionado el fichaje de Michael Laudrup «que no era objeto de ningún seguimiento por mi parte», se atribuye el éxito de los mallorquines que esta temporada, de la mano del proyecto liderado por Serra Ferrer y el propio técnico danés, se han afianzado en el primer equipo, caso de Nsue, Cendrós o Sergi Enrich.

Renovaciones

El director deportivo propone la renovación de Jaume Bauçà y Gustavo Siviero para dirigir al equipo filial y al juvenil división de honor respectivamente. Meses más tarde, ninguno de ellos pertenece ya a la entidad.

Para Nando, la continuidad de su equipo de colaboradores se antoja «capital» para el buen funcionamiento de la entidad. «Mis propuestas al consejo sobre bajas o traspasos deben estar presididas y avaladas por informes técnicos continuos, rigurosos, presenciales y videos de toda la temporada. Debe controlarse todo el fútbol mundial». Pons tilda de «rentable y necesario» mantener el organigrama de la dirección deportiva.

Fernando Pons Niza concluye su informe recuerda a la administración concursal las importantes «consecuencias patrimoniales» que puede acarrear diseñar la temporada sin su opinión porque «cuento con experiencia más que acreditada para ofrecer los consejos necesarios que reduzcan al máximo posible el riesgo de un fracaso deportivo y patrimonial».