El equipo español se entrenó en el campo central de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. | Efe

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La selección española acude a Sudáfrica 2010 asumiendo con buen fútbol el cartel unánime de favorita, con un estilo por bandera, el toque con el que conquistó la Eurocopa, y un bloque dirigido por Vicente Del Bosque que marca el Mundial como un reto para alcanzar la meta más alta de su historia.

La 'Roja' acepta dicha condición de entrar por primera vez, de verdad, en la terna de favoritas, porque se lo ha ganado, no como en anteriores citas mundialistas, en las que la consideración llegaba principalmente de puertas para dentro. Ahora es incluida en el grupo de elite de manera unánime.

Pero también desde dentro se prefiere hablar de candidata y de ir con «prudencia» y «humildad» pese a todos los elogios y todos los récords acumulados.

Número 2 del ránking FIFA tras Brasil, después de varios meses siendo el 1, es junto a la 'canarinha' quizá la selección del momento sin olvidar a otras clásicas aspirantes y se ha ganado el respeto de sus grandes rivales, ganado con un fútbol que a veces roza la excelencia y gracias al que ha firmado una fase de clasificación histórica.

España cerró con un pleno de triunfos en un grupo en teoría complejo -junto a Bélgica, Turquía, Bosnia-Herzegovina, Armenia y Estonia- y se convirtió en la tercera selección de la historia que gana todo lo que juega rumbo a un Mundial, tras Brasil del 70 y Alemania del 82, dos equipos que marcaron una época.

El éxito de la Eurocopa de 2008 y el fin de ciclo en lo más alto de Luis Aragonés, tuvo una transición relajada. Del Bosque impuso su templanza para silenciar debates y dar continuidad al éxito. Fútbol de altos quilates y buenos resultados marcan su etapa.

Solo hubo un único tropiezo entre tanto triunfo. Llegó en la semifinal de la Copa Confederaciones Sudáfrica 2009, ante una selección de un nivel menor como Estados Unidos, pero que eliminó a España.

La selección lo ha asumido como una lección a tener muy en cuenta para el Mundial. En la Confederaciones, bajó de la nube y finalizó la racha de récords como selección con más partidos consecutivos sin perder (35) y más victorias seguidas (15).

Desde esa semifinal, en aquel 24 de junio de 2009 en el Free State Stadium de Bloemfontein, la 'Roja' no sabe lo que es perder.

El estilo de España es el que marcan dos centrocampistas tocados por una varita mágica: Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Una selección fuerte con el balón, dominando la posesión, encerrando al rival y sumando a la imaginación altas dosis de pegada en los últimos metros.

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Vicente Del Bosque maneja tres sistemas distintos a los que sus jugadores se acoplan a la perfección. El más utilizado es herencia de Luis Aragonés, el 4-5-1 con el que salió de sus peores momentos y que luego condujo al éxito en la Eurocopa.

Con la misma naturalidad emplea un 4-4-2 y un 4-3-3 que es el nuevo sello de Del Bosque, para permitir jugar juntos a Fernando Torres y David Villa sin perder la fuerza del centro del campo.

Con ellos llega al Mundial como segunda selección más anotadora de la fase de clasificación tras Inglaterra, con 28 tantos en diez partidos, y entre las menos goleadas, con 5 dianas recibidas.

El equipo ideal de España está prácticamente definido y deja una variante cuando entra Cesc Fábregas de inicio y pasa al sistema de cinco centrocampistas.

No obstante Del Bosque, que paulatinamente ha dado entrada a nuevos valores que no estuvieron en el éxito de Viena, puede manejar a todos sus peones sin que merme la efectividad del equipo.

El técnico, tras aplicar el «corazón» y la «cabeza», presenta en Sudáfrica 2010 una lista habitual, con tres 'novatos' en la selección absoluta -Víctor Valdés, Pedro Rodríguez y Javi Martínez- y con jóvenes de gran proyección que se han ido uniendo al bloque, como Jesús Navas, Juan Mata o incluso Fernando Llorente.

En el camino se han quedado hombres que ganaron la Eurocopa como el trío del Villarreal Marcos Senna, Santi Cazorla y el meta Diego López, así como el delantero del Fenerbahce turco Dani Güiza.

Será la duodécima participación de España en un Mundial. No falta a la cita desde Alemania 1974. Desde entonces su mejor actuación es la quinta posición, en Corea y Japón en 2002, con la polémica arbitral previa a la eliminación en los penaltis ante Corea del Sur.

Antes, acabó cuarta en el Mundial del 'Maracanazo' en Brasil 1950, bajo un formato distinto al actual con fases de grupos hasta la gran final, que dejó aquel inesperado triunfo para la historia de Uruguay ante el anfitrión.

En el presente, España, busca el protagonismo que nunca ha tenido en un Mundial. El título es el objetivo, el reto y el sueño. Acudirá a Sudáfrica para romper barreras con una auténtica 'generación de oro'.