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Àlex Santos - BARCELONA
El Barça ha dado un vuelco a sus expectativas después de que encadenase dos derrotas consecutivas contra equipos mucho peor clasificados (Osasuna y Rayo Vallecano), lo que propició un gran desánimo en el club, hasta el punto de que en el equipo directivo se escucharon voces de dimisión. El desbarajuste que vive la Liga y la falta de un referente y equipo que imponga su ley ha permitido a un equipo como el Barcelona, escasamente efectivo esta temporada, no quedar descolgado de una hipotético líder inexpugnable, como en anteriores años se daba a estas alturas de la temporada.

El caso del Barcelona es singular, debido a que su trayectoria en el campeonato ha vivido ciclos de esplendor y de decadencia. Sin embargo, cuando los resultados le han sonreído, el resto de rivales directos han tropezado estrepitosamente. Este es el caso de estos cinco últimos días, en los que el juego del Barcelona, a pesar de ser muy discreto, le ha dado dos victorias determinantes por el momento. Los seis puntos de Liga le han servido para reducir a sólo tres la diferencia con el líder.

Al concluir la vigésimo segunda jornada, tras caer el Barcelona en su casa contra el Osasuna (0-1), el conjunto catalán estaba a siete puntos del Real Madrid (líder en aquel momento). La victoria barcelonista en Tenerife (0-6) y la de anoche contra la Real Sociedad (2-0) ha catapultado al equipo que entrena Carlos Rexach a lo más alto, pues la diferencia con el actual líder (Valencia) es sólo de tres puntos.

A pesar de esta superación en la tabla clasificatoria, la evidencia es que el juego del Barcelona no se acerca ni por asomo a las buenas actuaciones de partidos como los del Betis, Zaragoza o Sevilla, en las que, además de goles y triunfos, el conjunto catalán cuajó actuaciones soberbias, todas ellas en el Camp Nou. Una vez normalizada su situación en la clasificación, al Barca le queda el camino más duro por recorrer. De las siete jornadas en las que las cábalas de Rexach le habían hecho intuir que el Barcelona se acercaría al liderato, sólo le queda un partido para obtener su objetivo. En los dos primeros sumó la victoria (Zaragoza y Sevilla), en los dos siguientes conoció la derrota (Rayo y Osasuna) y en los dos últimos enmendó el accidente con dos nuevos triunfos (Tenerife y Real Sociedad).

El último de los partidos en que el Barcelona firmaba un resultado triunfal es el que medirá a la entidad catalana y al Mallorca el próximo sábado en la isla balear. Después de éste llegará el Deportivo, Valencia, Málaga, Betis y Real Madrid, todos ellos amenizados con jornadas entre semana en las que el Barça volverá a Liga de Campeones con partidos tan trascendentales como el doble enfrentamiento contra el Roma, el duelo frente al Liverpool y cerrará el 19 de marzo la segunda liguilla en el campo del Galatasaray.