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El Real Madrid, líder de la clasificación, saltará al estadio Santiago Bernabéu frente al Alavés con el único objetivo de ganar el partido y los tres puntos, lo que le serviría para conseguir matemáticamente el título de Liga y no faltar a la cita con La Cibeles. El principal problema del entrenador, Vicente Del Bosque, y de los jugadores del Real Madrid es aislarse del ambiente de euforia que reina en Madrid. Todo está preparado para celebrar el título con fuegos artificiales y para viajar hasta La Cibeles para festejarlo con la afición.

En el apartado deportivo, nadie quiere perderse el partido y, finalmente, sólo Fernando Morientes, que fue operado de pubalgia hace diez días no ha podido optar a figurar entre los convocados. El resto de lesionados ha hecho un esfuerzo suplementario y hasta Karanka, que tenía una microrrotura muscular, ha decidido asumir cualquier riesgo para no perderse el partido que puede significar el alirón. Guti, que se lesionó el pasado jueves en el entrenamiento, también llegará a tiempo para el choque.

Vuelta olímpica y desfile
El Real Madrid tiene preparado un mínimo programa de festejos, por si consigue vencer al Alavés y logra matemáticamente el título de Liga, que consiste en dar la vuelta de honor al campo y desfilar hasta La Cibeles. Si se gana al Alavés, en cuanto el árbitro pite el final del partido, los jugadores comenzarán a dar una 'vuelta olímpica' al estadio y después en un autocar descubierto comenzará su desfile por el paseo de la Castellana camino de La Cibeles. También habrá una pequeña muestra de fuegos artificiales. Se desconoce cuánto pueden tardar en hacer el recorrido, pero después de llegar a La Cibeles, los jugadores tienen que volver al estadio en el mismo medio de transporte.