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X.CRUZ/M.ALZAMORA La destitución de Llorenç Serra Ferrer ha convulsionado al balompié balear. Técnicos y jugadores vinculados al preparador de sa Pobla han lamentado la despedida del mallorquín a pesar de que todos «esperaban» la decisión que adoptó el pasado lunes la comisión delegada del club.

Los resultados han condenado al pobler y varios técnicos asociados a la vida de Serra Ferrer explicaban ayer que en el fútbol «eso es lo que manda». Martí Munar, técnico que entrena al Poblense y que también dirigió en una anterior etapa a equipos de las categorías inferiores del Mallorca, se refería a «otros problemas» para explicar la mala marcha del Barcelona, mientras Miquel Bestard, presidente del Comité de Entrenadores, creía en la mejoría del equipo con Serra en el banquillo: «Creo que se hubieran clasificado para la Liga de Campeones y hubieran logrado el título de la Copa del Rey».

Tomeu Llompart le acompañó en su día en el vestuario y explicaba que «Llorenç hubiera cambiado todo el dinero del mundo por consagrarse en el Barcelona, porque ese era su gran sueño. Creo que ha sido injusto porque hay más culpables de esta situación». En la misma línea se refería Bestard, argumentado que «los cracks del equipo no han ofrecido el rendimiento adecuado».

El mallorquín Llorenç Serra Ferrer ha cerrado un ciclo en el banquillo del conjunto azulgrana y su destitución no ha pasado desapercibida en el fútbol de nuestra Isla, sobre todo en dos puntos concretos que le vieron formarse y crecer como técnico: sa Pobla y el Real Mallorca.