La plantilla y el cuerpo técnico del Logitravel Mallorca posan para este diario en la pista del Palau d'Esports de Inca. | Pere Bota

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La crisis económica que azota y agota la vida del deporte de élite en Balears tiene en Inca un escenario en el que se entremezclan situaciones personales y económicas críticas y la implicación de un grupo humano que en la pista olvida las penurias que atraviesan en unos meses que se empiezan a hace eternos. Las vacaciones navideñas han rearmado la moral de un Logitravel Mallorca que sigue a la espera de noticias de las instituciones. De buenas nuevas en tiempos de esperanza para intentar reconducir una situación profesional en la que chocan los reiterados impagos de nóminas con una entrega total en la cancha. No es fácil para Xavi Sastre gestionar un vestuario en el que resulta inevitable que afloren los problemas personales derivados de unos retrasos que se amontonan en la cuenta corriente.

En algunos casos, los ahorros, la ayuda de la familia y amigos e incluso el apoyo de los directivos resulta fundamental para llevar lo mejor posible el día a día.

Pendientes

La plantilla y el cuerpo técnico apenas ha cobrado entre 400 y 500 euros por persona desde que arrancó la pretemporada (el pasado mes de agosto). Incluso el entrenador del plantel profesional, Xavi Sastre, tiene pendientes las cuatro últimas mensualidades del curso 2010/11 y todas las de la campaña en marcha.

El club vive al límite, ahorrando gastos en todas las parcelas, trazando viajes milimetrados y emigrando para entrenar, algo que los profesionales asumen merced al excelente ambiente que reina en el vestuario, clave junto a las figuras de Sastre y De la Cruz para mantener la unidad.

Mientras, jugadores y técnicos dan una muestra de implicación extrema, ofreciendo el máximo en cada entrenamiento y cada partido. El ejemplo de Logitravel merece elogio, pues pese a todas las penurias, el equipo firma siete victorias en quince encuentros y se ha permitido la licencia de tumbar a Menorca, Breogán, Burgos o Rioja, perdiendo por el camino a Knutson. Y el viernes reciben en el Palau (21 horas) al Cáceres. Otro histórico al que intentarán doblegar para mantener alto el ánimo en la recta final de un proyecto que se agota.