Un equipo de ensueño

Este periódico acompañó a toda la plantilla hasta varios de los puntos neurálgicos de Palma y comprobó como los Antoñito, Dani, Xavi, Ribas, David Sánchez, Peter, Pereria y así hasta el último componente del plantel, no pasan desapercibidos por las calles de Ciutat. Tienen gancho y muchos de ellos están en Segunda B de forma circunstancial porque tienen fútbol suficiente para estar en Segunda A o en Primera. De hecho muchos de ellos tienen pasado en la máxima categoría el fútbol español y en equipos como el Barça, casos de David Sánchez y Xavi Ginard, otros son clásicos del fútbol nacional como Antoñito, Dani, Pereira e Izquierdo. Los aficionados se identifican con el equipo y el grupo dirigido por Siviero también cuida con especial predilección a su hinchada.

Familiar

De hecho el Atlètic, pese a que de la mano de Fernando Crespí y de Tolo Cursach, se ha hecho muy grande hasta el punto de mirar a Segunda División A, sigue manteniendo una clara familiaridad en todas sus áreas. El éxito del equipo se entiende no sólo por la enorme aportación de Cursach e Inverfútbol, también por su gente, por su entrega, por su pasión y su dedicación altruísta. «Tenemos casi cincuenta personas que colaboran de forma desinteresada» declara el presidente Fernando Crespí.

«Nunca podré agradecer tanta dedicación, nunca», asegura emocionado. El presidente es la pirámide del Atlètic. Él confía en su gente y su gente confía en él. Así de simple, pero a su vez, así de difícil porque nunca ha sido sencillo en la historia del Atlètic que un presidente se consolide tantos años como Crespí, que va para su quinta temporada. Fernando no para de recibir felicitaciones, pero él reparte el mérito entre su equipo de trabajo y sobre todo nombra siempre a Tolo Cursach. Ahora, con la conversión del Atlètic en SAD, su aportación es clave, como lo ha sido estos últimos años y como lo seguirá siendo en el futuro. «Es un pedestal para el club», asegura el vicepresidente Fernando Miró. «Él y Fernando Crespí han puesto pasión en este proyecto, han creído en él y nos han trasladado a todos su entusiasmo», declara. «No recuerdo una plantilla como esta.

Tenemos auténticos cracks» manifestaba entusiasmado Antoni Salas, un aficionado de toda la vida, que asiste entusiasmado al presente y al futuro. «Hace cinco años éramos cincuenta en el campo y ahora 5.000, es impresionante», declara Salas. Precisamente la captación de nuevos aficionados es el gran éxito de este nuevo Atlètic, que hoy por hoy no tiene techo. «Estamos orgullosos de este equipo», relata Virgilio Izquierdo, otro de los históricos de la hinchada blanquiazul. «Mi padre me inculcó el amor al Atlètic Balears y nuestra generación trata ahora de inculcarlo a los hijos y a los nietos. Ojalá mi padre pudieran ver esto», relata emocionado. La plantilla asiste a la euforia que se ha desatado también con entusiasmo porque observan cómo desde el primer este club está en crecimiento. Mediáticamente es cierto que Antoñito, Perera o Dani son los grandes objetivos de las cámaras, pero el plantel lo conforman muchos otros futbolistas que dan lustre a un equipo de campanillas. Boris, Ribas y Xavi son los tres porteros que pujan por situarse bajo los tres palos. Se hace difícil elegir entre uno de ellos. Un ex del Madrid y del Mallorca como Dorado decidió descolgar las botas para volver a vestirse de corto. Tras su adiós como rojillo decidió correr medias maratones por lo que nunca ha perdido la forma. Hoy es un ilustre vistiendo de blanquiazul.

Futuro

Rafa Duran, aficionado y accionista del club, vaticina un futuro brillante. «El equipo engancha y en la liguilla se verá la verdadera dimensión de la afición», asegura. Miquel Parma, exjugador del Atlètic hace cuatro décadas lo tiene claro. «Se está estabilizando el club y se le está dando una estructura deportiva y social y eso es clave», recuerda. Deportivamente hay mimbres en el vestuario para aspirar a todo. El director deportivo Paco Soler, excapitán del Mallorca, cree en este proyecto, es su edificio, su creación y los jugadores no están dando la espalda. Palma es hoy la ciudad del líder, de un líder que viste los colores blanco y azul del Atlètic.