Donaldson intenta anotar ante la defensa de Doblas. | Xisco Cruz

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Lagun Aro GBC 77

Menorca Bàsquet 72

LAGUN ARO (25+21+10+21):Uriz (5), Panko (7), Baron (17), Kone (5), Doblas (10) -cinco inicial-, Alfonso Sánchez (0), Salgado (9), Lorbek (5), Tskitishvili (12), Miralles (7) y Lasa (0).

MENORCA BÀSQUET (22+11+20+19):Ciorciari (10), Limonad (7), Víctor (8), Radenovic (18), Donaldson (14) -cinco inicial-, Rafa Huertas (0), Otegi (2), Servera (3), Diego Sánchez (0) y Torres (10)

Àrbitros:García, Bultó y Cardos. Descalificado Miralles, Doblas y Víctor por personales.

Es el Menorca material frágil. Como un niño que aprende a caminar, le cuesta mantenerse en pie de forma regular. Sea por sus miedos, sus angustias o por la falta de una estructura sólida, lo cierto es que el equipo de Olmos no suele sobrevivir a situaciones de presión en los últimos tiempos. Lejos quedan aquellos finales felices ante Alicante o Granada. Ahora, a la que sube la temperatura del partido el grupo de Bintaufa nota el vértigo. Así sucedió ayer; luego de levantar un 53-38 a base de vigor y acierto, el Menorca Bàsquet se dejó el triunfo en los postres porque no tuvo tino en el tiro libre y porque concedió un par de rebotes de ataque. Sin más.

Metido en una espiral depresiva que sólo pudo sortear en Manresa, el conjunto balear sufrió en la plaza de toros de Illumbe una derrota dolorosa más por la forma que por el contenido, porque en muchos pasajes del último cuarto soñó con darle un puntapié a su crisis de resultados. Pero en lo que fue del 63-63 al final se dejó la victoria porque adoleció de falta de determinación y precisión, dos elementos básicos para ganar en la ACB. El equipo de Olmos llega al parón de la Copa metido en un buen lío, a pesar de que la liga insiste en darle oportunidades (77-72)

Y eso que el Menorca tuvo un inicio aseado. El equipo de Olmos descorchó el partido con buena sensaciones hasta que recibió la mala noticia de la segunda falta del base argentino, algo que deprimió al grupo. El duelo empezó a deshilacharse a la que los isleños amontonaron un par de pérdidas en ataque y a la que apareció Salgado. El Lagun Aro salió como un tiro en el segundo cuarto. Su cadena de triples y un arbitraje bajo sospecha abrieron un agujero (46-33, descanso).

Cuatro puntos de Miralles y un triple de Baron amenazaron con hacer añicos el encuentro, pero con 53-38 Olmos decidió sembrar una zona que cambió el escenario. El Menorca se sintió protegido al abrigo de su nueva defensa. Además, encontró el acierto desde el exterior y los triples de Limonad y Radenovic le arrimaron al partido (54-48).

A pesar de que Miralles y el rebote en ataque seguían castigándole, el grupo de Bintaufa equilibró el choque a 63. Después, un triple de Lorbek, un tiro libre errado por Donaldson, una canasta tras rebote de ataque de Panko y otro lanzamiento desde la línea de personal marrado por Radenovic condenaron al Menorca. Y ya nunca se repuso.