Victor Cuthbert entra a canasta durante el partido. | Laura Pons Bedoya

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MENORCA (23 11 11 18): Diego Ciorciari (5), Rafa Huertas (11), Cuthbert Victor (14), Jakim Donaldson (2), Caio Torres (4) -cinco inicial-, Miki Servera (0), Raviv Limonad (9), Diego Sánchez (0), Ivan Radenovic (11) y Urko Otegui (6).

BILBAO (17 21 21 12): Fisher (2), Warren (11), Mumbrú (6), Sonseca (8), Banic (13) -cinco inicial-, Blums (5), Javi Rodríguez (0), Jackson (9), Mavroeidis (7), Hervelle (4) y Vasileiadis (6).

Àrbitros: Pérez, Guirao y Calatrava. Sin eliminados.

Lluís Orfila

El Bilbao justificó y demostró su condición de mejor equipo para registrar triunfo en Bintaufa, por elevación sexta derrota sucesiva del Menorca. Afianzado su juego sobre una brutal superioridad en el rebote (18 a 41 en su favor), el cuadro de Katsikaris construyó a partir de ese capital fundamento una victoria que le garantiza virtual plaza en la Copa del Rey, además de impedir al grupo de Olmos finiquitar su reciente lapso de tropiezos. El Menorca, que inició con personalidad, se fue progresivamente diluyendo en el segundo cuarto, y entregó de facto el partido en el tercero, resultándole imposible en el epílogo invertir la coyuntura, con exceso determinada previamente.

Un Cuthbert omnipresente en todas las facetas del juego permitió arrojar al Menorca una perfecta puesta en escena. En la figura del caribeño orbitó una magnífica circulación ofensiva, que derivó en una máxima renta de 9 cuando el primer cuarto apagaba (23-14 tras triple suyo). Al margen, el dios griego , que convirtió 10 puntos en el albor del juego, fue también el eje medular defensivo que arrastró e impregnó al resto con su intensidad. Añadió a eso el Menorca la puntería perimetral de Huertas (ayer apareció de inicio) y el trabajo de Caio y Donaldson en la zona para liquidar en su rédito la primera manga (23-17).

La reacción vasca no demoró. Con una dotación de banquillo con amplitud superior a la de su adversario insular, el cuadro de Katsikaris progresivamente avanzó en su objetivo de aprisionar el cotejo. Aplicaron una ruptura de 3-14 en el electrónico que situó, tras acierto de Sonseca bajo hierro, el 30-35, a lo que respondió el Menorca con dos ataques de laboratorio culminados por Caio y Radenovic (34-38 al descanso). Con el discurrir de únicamente 4' del tercer periodo, el Bilbao detonó la cita (36-50) para abrir un trecho irrecuperable (41-59). Aturdido, el Menorca trató de reactivarse. Pero no pudo evitar su sexta derrota consecutiva.