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Las inmediaciones de la Vía de Cintura respiraban ambiente de fútbol por todos los rincones. Furgones de la policía, colas en las taquillas, atascos, cánticos más o menos organizados...ni la lluvia detenía las ganas de fútbol que envolvían a una afición entregada a los colores blanquiazules.

En el palco, Fernado Crespí, el presidente del club blanquiazul, aparentaba tranquilidad, pero la procesión iba por dentro. Su apuesta es fuerte y si el equipo tiene sólo la mitad de ambición que él, cuenten que el Atlètic hará cosas importantes.

Al término del encuentro, tras el silbato final, Fernando apenas podía contener las lágrimas y es que la tensión acumulada en siete días ha sido mucha. «Dedico este triunfo a Tolo Cursach, no hay día que no me llame, que no hablemos, él es fundamental en este proyecto», aseguraba el presidente. Y es que Cursach está, pero siempre en un plano discreto. Ayer ocupaba un lugar cerca del palco, pero discretamente alejado de la primera línea. Y es que el responsable de Inverfútbol sabe, y no se equivoca, que la discreción, en fútbol, es clave para conseguir los objetivos y tan difícil es invertir en Primera y triunfar, como construir un equipo en Segunda B y mantener vivo el sueño en el que está inmersa la gran familia blanquiazul. No andaba lejos de la zona noble el conocido agente de futbolistas Santos Márquez, buen conocedor de las interioridades de este deporte y que también trabaja para hacer más grande al Balears. Paco Galmés y Pep Sansó representaron al Malloraca en el palco. Ambos guardaron las formas en todo momento. También la procesión en ambos iba por dentro. Antoni Salas, padre del vicepresidente del club, Tomeu Salas, y presidente de los árbitros del baloncesto balear vivía una mañana de ensueño. Es un 'baleárico' de pro y resultados como el de ayer, le llenan de orgullo. Miquel Bestard permanecía atento a lo que sucedía en el campo y en la grada también se dejaron ver el capitán del Mallorca, Pep Lluís Martí, que no se perdió el derbi, al igual que Víctor Casadesús, Webó y los brasileños Ratinho y Joaho Víctor. Y es que este partido engancha y ayer se demostró en la grada del Estadi. El que fuera portero del Mallorca, Toni Prats, no faltó a la cita en el Estadi y es que Fernando Crespí lo dijo en la semana previa. «Este partido es patrimonio del fútbol mallorquín». Ayer quedó demostrado. Posiblemente este partido no se viva como se vivía años atrás, ni la rivalidad dé para llenar el campo, pero encuentros como el de ayer enganchan, son especiales. Los domingos de derbi entre Atlètic y Mallorca no son domingos cualquiera.