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Las finales del Trofeo Guillermo Vilas Tennis Europe -16 depararon una jornada final de muchos quilates. El catalán Eduard Esteve y la suiza Belinda Bencic se convirtieron en los primeros ganadores de un certamen que ha disfrutado de un gran nivel y en el que las raquetas locales han dejado constancia de sus excelentes prestaciones, en especial Natalia Perepadenko, que rozó el éxito final.

El duelo decisivo en la categoría femenina hizo las delicias del numeroso público que se concentró en la pista central de las instalaciones de la Academia Guillermo Vilas en Palmanova. La suiza Belinda Bencic ganó a Natalia Perepadenko 6-4- 7-6 (9-7). Segura e inteligente, Belinda lideró el resultado desde el principio. Ninguna de las dos jugadoras ganaron su propio servicio en el primer set hasta el décimo juego, en el que Bencic pudo hacerse con el juego y el primer set por 6/4.

En la segunda manga, después de ganar la suiza 2-0, Perepadenko dio la vuelta al marcador para colocarlo 2-4, pero inmediatamente llegó la reacción de la prometedora tenista suiza, que colocó el 5-4 en el partido. Después de tener un set point en el tie break, Perepadenko dejó escapar el set y con él el partido.

Perepadeko ha evidenciado su buena progresión a lo largo de toda la cometición y ha cuajado una actuación muy completa junto a la notable nómina de participantes locales, entre los que cabe destacar el rendimiento exhibido, entre otros, por Sandro Vianne, Sergio Martos y Jaime Munar.

Eduard Esteve culminó ayer su doblete en el torneo después de haber logrado el título de dobles. El tenista catalán superó con gran autoridad a David Biosca, que a pesar de su gran combatividad no pudo frenar el buen repertorio de golpes del que hizo gala Eduard Esteve, que corroboró el buen trabajo que desempeña Marc Comte en la territorial de Catalunya.

El torneo desarrollado en Palmanova ha disfrutado de una buena organización y ha contado con novedades como la presencia de recogepelotas, cuya participación en los partidos a partir de los cuartos de final ha permitido que los encuentros decisivos se hayan disputado con una gran agilidad y permitiendo que los jugadores disfrutaran.