TW
0

En la última semana Gregorio Manzano ha visto reducido su fondo de armario y hacen falta recambios en la vanguardia para seguir luciendo el traje de Champions. Con Pierre Webó en la Copa de Àfrica, Víctor Casadesús lesionado y Aritz Aduriz obligado a cumplir sanción el domingo, el técnico andaluz sólo dispone de Keita como punta nato y ha decidio echar mano del filial para cubrir su déficit de efectivos en la delantera. Desde ayer tiene a sus órdenes a las principales referencias ofensivas del Mallorca B: Xisco Hernández (Palma, 31-7-1989) y Sergi Enrich (Ciutadella, 26-2-1990).

Los dos jugadores del filial cuentan con opciones de entrar en las próximas convocatorias del primer equipo ante el Getafe en la Copa del Rey y especialmente ante el Espanyol en la Liga, ya que Aritz Aduriz cumplirá el ciclo de amonestaciones el domingo y apunta al once titular de mañana en el torneo del KO. Contar con dos delanteros naturales permite un menor rediseño de la formación por parte de Manzano, que maneja otras opciones como la ubicación de Gonzalo Castro como segundo delantero y por lo tanto la necesidad de asentar un nuevo inquilino para la banda izquierda del centro del campo.

Especialmente significativa sería la alineación de Sergi Enrich, ya que desde 1962 ningún jugador menorquín ha jugado con el Mallorca en Primera División. José Fluvià 'Pío' fue el último menorquín en defender la elástica rojilla y el primero en hacerlo fue Diego Llopis.

Tanto Xisco Hernández como Sergi Enrich, que suman tres goles cada uno en los 18 partidos que han disputado en el grupo tercero de Segunda División B, son dos jugadores fijos en los planes de Jaume Bauzá. En el análisis de sus pupilos el técnico de Sineu dice de Sergi Enrich que «tiene todas las posibilidades para triunfar». Además, considera que el delantero menorquín tiene «remate, trabajo entre líneas, buen juego aéreo y siempre ha ido un nivel por delante de su edad». En cuanto a Xisco, Bauzá opina que «está realizando una gran temporada. Suele jugar en posiciones interiores, como mediapunta, a diferencia del año pasado, cuando se movió más por banda. Trabaja muy bien entre líneas, presiona al rival y encara con criterio».