Imagen de Baba Miller mostrando la medalla de campeón del mundo sub 19 a su llegada este lunes a Madrid. | FEB

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A sus 19 años, el mallorquín Papa Ababacar Bartolome Miller ya es una de las joyas del baloncesto internacional. El título de campeón del mundo del pasado domingo en Debrecen le ha convertido en uno de los júniors de oro y su cotización ha subido como la espuma. El alero, nacido en Palma de padre senegalés y madre de origen inglés, ha completado un torneo extraordinario y es uno de los nombres más aclamados junto al de sus compañeros Izan Almansa -el MVP del campeonato- o Sediq Garuba.

Miller, formado en la cantera del Imprenta Bahía San Agustín hasta que emigró a Madrid en edad infantil, aparece en todas las quinielas para el Draft 2024. ESPN, de la mano de su experto en draft Jonathan Givony, publicó recientemente la actualización de su predicción y Miller aparece en segunda ronda como elección número 38.

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La intención del alero mallorquín, que con apenas 17 años debutó con el Real Madrid de Laso en un partido de la Euroliga, pasa por continuar un año más en los Seminoles de Florida State para preparar su posible asalto a la NBA. La pretemporada en la NCAA es exigente y es por ello que los representantes de la universidad quieren contar con Miller de forma inmediata, por lo que apenas tendrá tiempo ni para descansar ni para celebrar el éxito conquistado el pasado domingo en Debrecen.
Además, Baba Miller quiere comenzar con buen pie esta temporada en su equipo después del grave error cometido el año pasado que le costó una sanción ejemplar de 16 partidos. El motivo fue que había aceptado una serie de viajes para participar en unos campus antes de ser reclutado por los Seminoles de Florida State, algo totalmente prohibido en los estatutos del deporte universitario estadounidense. Un error que él mismo subsanó después con el reintegro del dinero, una cantidad algo inferior a los 3.000 dólares, aunque eso no evitó que se perdiera la mayor parte de la temporada. Ese debut tardío no le permitió brillar como se esperaba. Disputó 15 encuentros, en los que ha promediado 4’3 puntos, 3’1 rebotes y 17 minutos a las órdenes de Leonard Hamilton.

De hecho, la posible salida de Florida State University de Matthew Cleveland, el jugador más decisivo del equipo, podría dar mayor protagonismo al balear en su segundo ejercicio en Estados Unidos, al que llegó con la medalla de oro colgada en el cuello tras el extraordinario triunfo de la selección en el Campeonato del Mundo sub-19, un evento en el que Estados Unidos fue cuarta.

Las condiciones físicas de Miller, además de su margen de crecimiento y de mejora, le convierte en un diamante en bruto y en uno de los jugadores llamados a marcar una época en la próxima década. En relación al segundo título mundial junior de la selección española, después de aquel que lograron en Lisboa’99 los Raúl López, Navarro y Pau Gasol, Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), consideró una «heroicidad» el triunfo ya que «mete de lleno en la historia de nuestro deporte a este joven grupo de jugadores». «El torneo que han llevado a cabo ha sido la confirmación de un talento natural físico y técnico, que ha sido potenciado por sus entrenadores para combinarles y convertirles en un equipo capaz, no solo de hacerse con el título, sino de ilusionar a todo un país», señaló.