Los aficionados del Palmer Basket Mallorca, en el pabellón de Llucmajor. | M. À. Cañellas

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El Palmer Basket Mallorca se queda sin pista, por ahora, para jugar en LEB Plata en la temporada de su debut en la tercera categoría del deporte de la canasta. Un serio revés para un proyecto que no podrá seguir compitiendo en Llucmajor, donde había establecido su base el pasado curso en la Liga EBA. Este miércoles, los responsables del club se reunieron con la alcaldesa del municipio, Xisca Lascolas, y los técnicos del ayuntamiento, que no pudieron garantizarles las mejoras necesarias para poder jugar allí y cumplir con los requerimientos técnicos y estructurales necesarios para competir en la competición, como puede ser el del aforo, que aspira a ser de un mínimo de 700 espectadores.

Otro factor es la adaptación al plan de emergencia, sumándose a los hándicaps que han llevado al Palmer Basket Mallorca a verse obligado a buscar una solución alternativa que, en un primer escenario, pasa por Palma, objetivo fijado por el proyecto desde el día de su presentación. Desde el club ya se ha contactado con el nuevo equipo rector del IME para intentar encontrar respuesta y una solución. De la misma manera que se trabaja con otros escenarios como Inca, sin descartarse cualquier otro municipio con una instalación capaz de dar cobijo al equipo de LEB Plata.

Desde el Palmer Basket Mallorca se agradeció el apoyo mostrado en todo momento por el Ajuntament de Llucmajor a la hora de abrirles las puertas, además de al público de la localidad, que les acompañó durante la temporada pasada, en la que lograron el título de campeones del Grupo C-1 de la Liga EBA, además de disputar en su pista una fase de ascenso culminada con el salto de categoría a la LEB Plata. Ahora, eso sí, además de confeccionar el equipo (dirigido por Óscar Olivenza y con cinco jugadores en plantilla: Joan Feliu, Ryan Nicholas, Biel Serra, Miki Servera y Toni Vicens), tocará buscar una pista para jugar en la nueva categoría.