Panorámica del Palau d'Esports de Son Moix durante un partido de baloncesto. | Teresa Ayuga

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En los noventa y en la primera década del siglo XXI Mallorca y Menorca vivieron una intensa rivalidad entre sus principales exponentes del deporte de la canasta, pero han tenido que pasar 13 años para que los estandartes de las dos Islas vuelvan a enfrentarse en Son Moix. El Fibwi Palma y el Hestia Menorca se verán las caras por primera vez en el Palau d’Esports reescribiendo la historia de los duelos vividos durante años en Inca.

El domingo a las 18:00 el Fibwi y el Hestia se las verán en un derbi inédito que puede marcar su futuro en la carrera por el ascenso a la LEB Oro, la categoría en la que habitualmente mallorquines y menorquines se habían citado sobre el parquet.

Para dar con el último derbi balear disputado en Inca hay que remontarse al 7 de octubre de 2011, cuando el por entonces Logitravel Bàsquet Mallorca se impuso por 100-91 al Menorca Bàsquet. Fue la última vez que cruzaron sus trayectorias, ya que los primeros dejaron de desfilar por la segunda pasarela del baloncesto nacional y los primeros acabaron disfrutando de su segundo y último ascenso a la ACB.

Once años, cinco meses y cinco días después, Son Moix revivirá una rivalidad que parecía olvidada entre desapariciones y nuevos proyectos en categorías distintas. No en vano el actual Hestia Menorca nació en 2016 -el Menorca Bàsquet se disolvió en 2012- y vive su quinta temporada seguida en la LEB Plata, a la que cayó el Bahía San Agustín el pasado curso tras nueve temporadas consecutivas en la LEB Oro.

El tiempo también ha permitido curar la heridas que se abrieron durante años de encuentros tensos y la cordialidad marca la relación entre dos equipos que se han enfrentado en múltiples ocasiones en partidos amistosos. El primer asalto de la nueva era en Maó se saldó con un contundente triunfo (80-47) del Hestia, que quiere asaltar un Palau d’Esports que espera un gran ambiente.