El escolta mallorquín Sergi Huguet jugará este curso en el Melilla cedido por Obradoiro. | M. À. Cañellas

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Es uno de los jugadores con mayor talento y proyección de su generación y una de las bazas de futuro del baloncesto balear. Sergi Huguet Carrasco (Pòrtol, 2002) ha vivido unos meses de vértigo, tras formalizar su llegada al Obradoiro, con el que ha alternado el filial del EBA con entrenamientos e incluso seis partidos con minutos en la ACB, siendo su debut en la máxima categoría. «Toda una experiencia, una pasada verte ahí...», relata el escolta, que semanas atrás firmó su primer gran hito con las selecciones de formación al lograr el oro en el Europeo Sub 20.   

Estudiante de ingeniería informática a través de la UOC -comenzará su segundo año-, su próximo destino volverá a ser la LEB Oro, en la que tuvo minutos, aunque escasa continuidad en el primer equipo del Bahía San Agustín. El Melilla será el destino de Huguet, una cesión que tiene como objetivo «que madure, gane minutos y confianza en una competición tan exigente. Conozco ya la LEB Oro y sé lo que es. Además, este año hay equipos de grandísimo nivel que pelearán por subir y eso elevará la fortaleza de la liga», asegura Sergi, quien agradece la oportunidad que le ha ofrecido el Obradoiro «pudiendo entrenar en dinámica ACB. Eso me ha permitido aprender y crecer muchísimo», asegura, destacando especialmente esa evolución «tácticamente de manera especial».

Su objetivo es claro y pasa por «llegar y asentarme en la ACB», con el Obradoiro como titular de los derechos de todo un campeón de Europa, la última estación en la categorías de formación FEB para Huguet y sus compañeros. «Antes fui a concentraciones, pero nunca a un torneo oficial. Esta vez era la primera y acabó con un oro, mejor imposible», añade el jugador de Marratxí, que ya tiene las miras puestas en el curso 2022/23 y en el Melilla, donde el objetivo pasa por «meterse en playooff, competir y estar lo más arriba posible». Se siente Sergi Huguet «ilusionado» ante esta oportunidad, pues sabe que «en ACB era difícil tener minutos y tocaba dar este paso», reseña el jugador representado por Foz Sports.

También, desde la distancia, sigue Sergi Huguet lo que acontece en la Isla. «Estoy pendiente de lo que pasa, por familia, amigos y a través de Internet y las redes», y lamenta a la vez que el Bahía San Agustín perdiera la categoría. «Ha sido una temporada complicada, pero ojalá pueda volver», afirma, a la par que observa los movimientos del Palmer Basket Mallorca y el resto de clubes, con la ilusión «de que podamos tener un proyecto para jugar en lo más alto». Por ahora, eso sí, el escolta propiedad del Obradoiro intentará ganarse un hueco en el plantel gallego a miles de kilómetros, en Melilla.