Olle Lundqvist lucha por un rebote con Stutz. | Pilar Pellicer

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Melilla acoge otro partido sin red para un Palmer Alma Mediterránea Palma que abre la segunda vuelta del calendario (aunque tiene dos partidos pendientes, frente a Lleida y Cáceres) con el desplazamiento más complejo de la temporada y la necesidad permanente de volver a ganar para levantar la moral del grupo y tener alguna esperanza de seguir peleando por una permanencia en la LEB Oro que, cada semana que pasa, resulta más utópica. Visitan los de Pau Tomàs y Álex Pérez al Melilla (20:45 horas) con su margen de error ya prácticamente agotado y la seria baja de Pol Figueras, el capitán y base titular de los mallorquines, que se perderá el decisivo encuentro al haber resultado positivo por COVID-19. A su ausencia se une la de Joel Kanyinda, aunque la incorporación de Marinov, Brown y Cosialls da aire a la rotación de un Palmer que igualó el peor balance histórico a estas alturas (1-14).

«No hay margen, hay que cambiar la dinámica», recordaba el técnico del Palmer Palma, Álex Pérez, en la previa del duelo ante un Melilla (7-6) que no renuncia a meterse en la zona alta de la mano de Arturo Álvarez y un equipo en el que Dedovic, Chapela, Rakocevic o Álex Llorca, jugadores que conocen bien la categoría y plantearán batalla a los de Son Moix, que en la ida cayeron en el Palau (61-69). Los cambios en el vestuario y los problemas a la hora de entrenar han lastrado el día a día del Palmer Alma Mediterránea Palma, algo que deja patente Álex Pérez.

«Está siendo difícil, no hemos entrenado dos semanas con los mismos jugadores. Si cogiéramos y escribiéramos todo lo que nos ha pasado, no estaríamos aquí, pero estamos porque creemos que tenemos un buen equipo y creemos que los fichajes nos van a ayudar a ganar partidos», afirmaba con rotundidad el preparador, quien lanzó un mensaje de optimismo: «Nuestro ánimo es saber que se puede conseguir, que lo vamos a conseguir y que nos merecemos conseguirlo», aseveró. En Melilla espera Pérez «un partido difícil, en el que hemos de estar sólidos en defensa y fuertes mentalmente durante los cuarenta minutos». Esa es la fórmula para levantar el vuelo.