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El nuevo proyecto del Sant Josep Obrer en la Liga Femenina 2 de baloncesto empieza a sentar las bases de una temporada en la que buscarán asentarse en la categoría de cara a dar un futuro salto a la nueva LF2 Pro, categoría en la que, en principio, el club palmesano tenía la intención de solicitar plaza para el ejercicio 2021/22, aunque la ausencia de vacantes complica este objetivo, al que no renuncian en caso de una posible y futura oportunidad.

Y la primera pieza del nuevo engranaje será el entrenador. La dirección deportiva de la entidad quiere dar las riendas del primer equipo a Álex Requeni, preparador de la casa y que el pasado curso ejerció de segundo, con David Uribe al frente, aunque su vinculación al equipo ya es anterior. La salida de este último en el tramo final de la temporada hizo que Requeni asumiera las funciones de primer entrenador durante las tres últimas jornadas y su labor ha agradado a los gestores del Sant Josep, que han priorizado su opción a la hora de encarar una nueva aventura en el baloncesto femenino nacional, en la que las jugadoras de la Isla tendrán un papel destacado, aunque se realizarán incorporaciones para pelear por los puestos de cabeza.

El Sant Josep Obrer es el único equipo balear con derechos deportivos garantizados en la Liga Femenina 2 para la temporada 2021/22, aunque puede que no sea el único en participar en esa categoría. El Andratx, descendido a la Lliga Palmer Alma Mediterránea (Primera División Balear) tiene intención de volver a solicitar plaza, y desde Calvià empieza a coger forma un nuevo proyecto entre Ágora y Fundación Asnimo -que ha incorporado a María España- que podría dar pasos en las próximas semanas.

La apuesta por un técnico mallorquín y con recorrido en el club, como Álex Requeni, es una declaración de intenciones de un Sant Josep Obrer que quiere convertirse en el referente del baloncesto femenino mallorquín.