El ala-pivot del Palmer, Jacobo Díaz, intenta superar la defensa del jugador del ICG Força Lleida Mirza Bulic. | Pol Puertas

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Lleida marcó el final de la mejor racha de un Palmer Alma Mediterránea Palma que desapareció del partido tras el descanso después de marcar el ritmo sobre la pista y en el marcador hasta un ecuador al que llegaron con una mínima ventaja en el electrónico que dilapidaron en un tercer cuarto que fue el principio del fin para los de Pau Tomàs y Álex Pérez, que tras cinco triunfos consecutivos y sin Jawara claudicaron en Barris Nord (91-78) y perdieron el average ante un rival directo en la tabla.

Y eso que salió activado el Palmer Palma, serio en defensa, corriendo y apelando al talento de sus hombres fuertes bajo la dirección de Pol Figueras. Dos triples de Jacobo Díaz (17 puntos, 4 rebotes y 3 recuperaciones) y la fuerza de Sean McDonnell permitieron gozar de las primeras rentas en los minutos iniciales (8-12).

Entonces, entró en escena Ronnie Harrell, que tomó el mando anotador del equipo balear para completar el cuarto inicial con 13 puntos y 2 recuperaciones en su haber y con el Palmer Alma Mediterránea Palma nueve arriba (19-28) y emitiendo muy buenas vibraciones a la caza de otro triunfo.

Reacción

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Lundqvist ponía la máxima en el arranque del segundo cuarto (19-30, +11). Hasta que el debutante Carrera (23 puntos, 10 rebotes y 2 asistencias) decidió exhibirse. El venezolano fue el motor que permitió a los de Aranzana meterse en el partido, pese a que a ritmo de los triples de Huguet y Kullamae se resistía a ceder el mando el Palmer. A él se unió Polanco, con 20 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias. Estrechaba el cerco el Lleida, que forzaba la tercera falta de Kullamae y en un tramo final de cuarto frenético, con un parcial de 7-0, alcanzaba el ecuador con plenas opciones (43-45).

El partido alteró de manera drástica su guión tras el paso por los vestuarios. Aunque el aviso lanzado en los compases finales del segundo cuarto por el Lleida fue un preludio de lo que le sucedió a un Palmer Palma que desapareció en el tercer cuarto, que supuso el despegue de los locales, que de la mano de Bulic, Buchanan y Carrera le daban la vuelta al marcador para poner por delante a los de Aranzana, que ya no iban a abandonar la delantera en el electrónico de Barris Nord.
Intentonas

Pese a verse atascado y lejos de su mejor versión, lo intentó un Palmer Palma que encontró en la buena mano desde 6’75 de McDonnell y el empuje de Alejandro Rivas dos argumentos para la esperanza, llegando a neutralizar buena parte de la ventaja adquiridad por el Lleida (61-60). Pero un nuevo colapso de los de Álex Pérez y Pau Tomàs permitió al cuadro de la Terra Ferma pegar un nuevo estirón camino del cierre del tercer cuarto para abrir una brecha vital para sus intereses y que ponía cuesta arriba el partido a los isleños (70-62).

Lograba mantener su colchón el Força Lleida, beneficiado por la carga de faltas de Figueras y Kullamae y al que el parón por un problema eléctrico no le impidió mantener la velocidad de crucero con la que encaró el parcial final, en el que el Palmer Alma Mediterránea Palma no encontraba la fórmula para recortar terrreno y, con el crono en contra, veía cómo el encuentro se le iba posesión a posesión, a la par que el average, hasta un 91-78 final que echaba el cierre a un mes ideal para los isleños, que tras cinco triunfos consecutivos ya miran con ilusión al encuentro frente al Levitec Huesca -aplazado semanas atrás- para intentar recuperar el terreno perdido ayer, levantar la moral y dar otro paso en su camino hacia la fase de ascenso y, así, sellar la permanencia.