El escolta del Real Madrid Sergio Llull (2-i) entra a canasta rodeado de jugadores del Barcelona Lassa. | Javier López

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Real Madrid 92-65 Barcelona

Real Madrid (22+31+16+23): Causeur (5), Randolph (16), Ayón (2), Llull (6) y Deck (9) -equipo inicial-, Campazzo (7), Tavares (12), Taylor (3), Carroll (15) y Thompkins (17).

Barcelona Lassa (17+13+20+15): Singleton, Hanga (8), Heurtel (16), Claver (8) y Tomic (6) -equipo inicial-, Pangos (11), Blazic, Smits (2), Pustovyi (4), Oriola (5) y Kuric (5).

Árbitros: Ilija Belosevic (SRB), Robert Lottermoser (ALE) y Sergio Silva (POR). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 11.953 espectadores. En los prolegómenos del partido se rindió homenaje a Pedro Ferrándiz, mítico entrenador del Real Madrid con motivo de su 90 cumpleaños.

El Real Madrid consiguió este jueves una amplia victoria por 92-65 ante el Barcelona Lassa en la Euroliga, que se fraguó en un segundo cuarto de película, con un parcial de 31-13 que abrió de par en par las puertas del triunfo y acabó con las esperanzas del los azulgranas.

El Clásico comenzó a notarse en el salto inicial, en el que el croata Ante Tomic acabó sentado en el suelo tras pelear el balón con el hispano-mexicano Gustavo Ayón. En estos partidos no hay que dar ni un respiro al rival.

De todas formas comenzó mejor el Barcelona con una defensa pegajosa y efectiva, tanto en zona como en individual, que obligó al Real Madrid a ir ajustando su ataque. La buena mano de Anthony Randolph, autor de trece puntos, 2 de 3 en canastas de dos y 3 de 4 en triples, fue lo que salvó al Real Madrid en este primer cuarto, que acabó con 22-17 para los locales.
Adam Hanga, autor de 8 puntos en el primer acto, fue el más destacado de los azulgranas.

En el segundo cuarto el Real Madrid destapó el frasco de las esencias y consiguió un parcial de 31-13 que habla por si solo. Jaycee Carroll recogió el testigo de Randolph y anotó 15 puntos, con 4 de 4 de dos y 1 de 2 triples. Thomas Heurtel, con seis puntos, no pudo tirar de sus compañeros.

Pero lo que de verdad catapultó al Real Madrid en el marcador fue la defensa, y maniató a un Barcelona que fue incapaz de reaccionar ante la avalancha de puntos que se le vino encima.

Un clásico siempre es un clásico, pero la derrota hace menos de veinte días en Liga Endesa en el Palau pareció incentivar a un Real Madrid especialmente activo en la pista.

La guinda al periodo fue el triple de Facundo Campazzo desde su zona en el último suspiro y que subió el 53-30 al marcador con la correspondiente ovación de un público de pie entregado al espectáculo que estaba dando su equipo.

La diferencia de 23 puntos al descanso marcó el resto del partido. El Barcelona intentó buscar algún resquicio para entrar en el partido e incluso consiguió un parcial de 0-10 en el tercer cuarto, del 64-37 (m.24) al 64-47 (m.26), pero el Real Madrid, aunque bajó sus prestaciones con respecto al segundo cuarto, no se lo permitió.

El 69-50 con el que acabó el tercer cuarto dejó las cosas prácticamente vistas para sentencia.

El Barcelona luchó por no salir 'tocado' del clásico europeo y dejó claro que su nefasto segundo cuarto fue un gran error de bulto. El Madrid mordió el cuello del rival y no soltó la presa, aunque la falta de tensión en los últimos minutos le llevara a cometer errores impropios.

El Real Madrid ganó por 92-65, con Trey Thompkins luciendo calidad con su muñeca de seda en el último cuarto.

El Barcelona no ganó ningún partido de Euroliga al archirrival las dos últimas temporadas. Y en ésta salió escaldado. Parcial de 1-1 en esta temporada para ambos equipos, con ambos equipos marcando el territorio en casa. El clásico no defraudó.