El alero del Real Madrid Rudy Fernández (c), entra a canasta ante la defensa del FC Barcelona Regal. | Efe

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El Real Madrid de baloncesto busca cerrar el año 2013 de la mejor manera posible, ganando al Barcelona en el Clásico y festejando, de paso, la que sería su vigésimo quinta victoria de la temporada, sus bodas de plata particulares con el éxito.

Un Real Madrid-Barcelona siempre es interesante, independientemente de la altura de la temporada en la que se midan, pero si es el último partido del año y, además, el Madrid llega invicto y tras haber batido un récord de victorias que se mantenía desde hace más de cincuenta años, el aliciente es mayor.

No será el primer enfrentamiento entre ambos equipos de la temporada, ya que Madrid y Barcelona se enfrentaron en la final de la Supercopa de Vitoria a principios del pasado mes de octubre. El Real Madrid logró su segundo título en esta competición tras superar a los azulgrana por 79 a 83, que contaron con las bajas de Juan Carlos Navarro y Erazem Lorbek.

Barcelona y Real Madrid se han enfrentado en 175 ocasiones en partidos de Liga. El resultado es favorable al conjunto blanco, que ha ganado 94 encuentros por 80 de los azulgrana, con un empate, el que en 1974 finalizó con empate a 85.

En los choques disputados únicamente en Madrid el balance es favorable al conjunto madridista, por 56-30. Y el Barcelona no gana en Liga regular en Madrid desde la temporada 2009-10, lo que significa que ha perdido en sus tres últimas visitas, aunque la temporada pasada sí lo hizo en el 'playoff'.

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De cualquier manera, ni la clasificación, ni los antecedentes suelen servir para nada en un partido de estas características en el que entran muchos otros factores en liza.

La disputa de la duodécima jornada el pasado viernes es otra circunstancia más. Los dos equipos están acostumbrados a jugar partidos seguidos y con poca preparación entre ambos.

Con Navarro y Lorbek ya en el equipo, el Barcelona está elevando el nivel de su juego en las últimas semanas y ya es más reconocible como el gran equipo que es.

El Real Madrid, por su parte, parece haber perdido parte de la frescura con la que inició la temporada. Todos los equipo salen extramotivados a intentar frenarles y el récord de victorias también ha podido pesar en la mochila de los jugadores madridistas.

Los clásicos tiene de bueno que llegan con un gran bagaje de datos e historias a sus espaldas, pero se dilucidan en cuarenta minutos sin hacer caso a nada más que a lo demostrado sobre la pista.