El portero del Atlético Baleares, Lucas Díaz, durante un entrenamiento del equipo en el Estadi Balear. | ATB

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Tras tres sorbos agridulces, el Atlético Baleares quiere tomar su primer trago alegre en su visita al Cornellà, que sólo ha encadenado sinsabores en sus primeros compromisos. Los balearicos buscan un golpe sobre la mesa a domicilio para confirmar sus expectativas y disipar las dudas y por este motivo pretenden hincarle el diente al colista para alimentar todo su proceso de crecimiento y digerir un arranque un tanto espeso.

El ATB encara su segundo desplazamiento tras dos empates consecutivos en el Estadi Balear que no han servido ni para engordar el casillero ni para demostrar la capacidad que se le presume de codearse con la élite. Tres puntos en tres partidos no dan para saciar sus aspiraciones y tampoco a un entorno que empezó a demostrar su malestar en el último choque en casa en el que sólo los segundos 45 minutos minimizaron los daños. La falta de continuidad en un mismo encuentro ha sido el hándicap del Atlètic, que ha hecho una parte buena en sus puestas en escena y se exige prolongar la misma línea de la primera mitad ante el Real Unión de Irún o de la segunda ante el Castellón.

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Jordi Roger se enfrenta así a su pasado reciente por los múltiples empates que ya penalizaron su primera etapa en el banquillo del ATB y también porque visita al que fue su club durante una década. Sin Petcoff ni Jesús Álvaro y presumiblemente con la baja de última hora de Hugo Rodríguez, el técnico blanquiazul tiene que resolver tanto la incógnita sobre el sistema que mejor se adapta al partido como la identidad del inquilino de la portería. Y es que tras arrancar las tres primeras jornadas con un 3-5-2, el pasado domingo el 4-4-2 dejó mejores sensaciones y la titularidad de Lucas Díaz en detrimento de René Román plasmó una particular idea de rotaciones bajo palos.

Tanto el estreno goleador de Kaxe como el rendimiento exhibido por Lucas de Vega en la sala de máquina dan más alternativas al bloque en el que el preparador balearico ha confiado desde el estreno del curso con empate a cero ante Osasuna Promesas en Tajonar. Precisamente los dos apuntan al once para reeditar la segunda parte del pasado fin de semana lo que supondría el descanso de Alfonso.

Un triunfo permitiría al ATB multiplicar el valor de sus tres empates y dotar de credibilidad al potencial de un proyecto para el que el club pide tranquilidad y en el que los aficionados no van sobrados de paciencia. Si las primeras urgencias empiezan a sobrevolar al Atlético Baleares no le va a la zaga la necesidad que empieza a sentir el Cornellà tras tres derrotas. El conjunto catalán quiere invertir su dinámica y hacerlo con viejos conocidos en sus filas como los exbalearicos Kike López o Francesc Fullana.