Los jugadores del Atlético Baleares Kike López, Hugo Díaz y Francesc Fullana celebran el tanto de la victoria ante el Peralada en Son Malferit. | JORDI GARCÍA¶

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El Atlético Baleares aspira hoy (12:00/IB3) a sacar músculo ante un rival directo y acorazar su liderato apoyado por su fortaleza en Son Malferit. Los hombres de Manix Mandiola reciben al Cornellà en busca de tres puntos que le permitan sellar el playoff, lanzarse a cara descubierta a por el título y cargarse de confianza para los últimos asaltos.

No es una final porque quedarán cinco partidos por disputarse y el Atlético Baleares seguirá líder pase lo que pase, pero sí es un duelo de enorme trascendencia en la puja por el primer puesto y para medir la respuesta de los blanquiazules en un duelo de máxima exigencia.

Manix Mandiola, que avisó que los suyos están «preparados para la guerra», tiene a su disposición a todos sus hombres. Regresa Alberto Villapalos, que cumplió ciclo de amonestaciones la pasada jornada, y Rubén González está en condiciones de jugar después de que unas molestias le hicieran pedir el cambio en el campo del Teruel. Los dos son vitales en la pizarra del técnico vasco, que está en condiciones de formar con su equipo de gala.

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El Atlético Baleares, que durante la semana ha hecho un llamamiento a la afición, quiere alargar su racha de 14 jornadas sin conocer la derrota y, sobre todo, multiplicar el valor de sus dos últimos empates ante el Ebro y el Teruel en un momento crucial y ante un adversario al que podría dejar a una distancia prácticamente insalvable. La seguridad defensiva acreditada en 2019 encajando tres tantos es uno de los avales para hacer frente a un visitante de los más peligrosos de la liga.

El Cornellà, que sólo ha perdido tres encuentros a domicilio en lo que va de temporada y también aspira a elevar el valor de sus últimos cuatro empates consecutivos, no se sentirá extraño en Son Malferit, ya que está habituado al césped artificial y apuesta por un estilo similar al de los balearicos. Los catalanes se hacen fuertes atrás y exprimen sus ocasiones, en especial, a balón parado.

El conjunto catalán ha mantenido el espíritu competitivo del que ha hecho gala desde que ingresó en Segunda B en la campaña 2014-15 acumulando dos clasificaciones para la Copa del Rey y un billete para los playoffs. Tras cuatro años con Jordi Roger en el banquillo, Xavi Calm ha dado continuidad a ese sello de equipo difícil de batir y con registros de goles a favor y en contra muy similares a los del Atlètic.

En el Cornellà, que tiene la baja de larga duración del exbalearico Uche, Leo está llamado a ocupar el puesto del lesionado Manucho en la punta de ataque después de que el exjugador del Rayo y el Valladolid fuera el titular habitual en el tramo más reciente de la competición.