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El Atlético Baleares sigue empeñado en conseguir la permanencia y este domingo ha dado un paso más. Ha derrotado (0-1) al Atlético Saguntino gracias a un gol de penalti de Xisco Hernández y sigue alimentando sus opciones de salvación.

Este ATB es otro. Ni rastro del equipo vulgar e insolente del que nos tenía acostumbrados. Los de Manix han dado un golpe en la mesa con su victoria en Sagunto y ya tienen a tiro la salvación, aunque el equipo sigue en puestos de descenso.

A nadie se le escapaba que el partido de hoy era importantísimo para el devenir blanquiazul. Y con esa consigna salieron los baleares al césped sintético de Morvedre, aunque fueron los locales, que llegaban al partido con cuatro derrotas seguidas, los que apretaron desde el pitido inicial y Nuha en el 2 casi adelanta a los suyos.

Pasado este susto inicial el encuentro pasó a ser una lucha. Duros, muy duros, los dos equipos en cada acción dividida, en cada salto y evidentemente el árbitro tuvo que frenar esa dinámica con amonestaciones.

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El ATB, con el paso de los minutos, iba sintiéndose mejor con un Xisco en plan estelar y un Canario a lo suyo, a volver locas a las defensas rivales. Se ha vuelto a demostrar, y eso que era una evidencia, que tanto el mallorquín como el palentino deben jugar siempre. Estén como estén.

Y precisamente el ex del Toledo, en una acción individual de mucha calidad, pegado a la línea de fondo, provocó un penalti. Era el minuto 43. Xisco cogió el balón y lo mandó al fondo de la red con una tranquilidad solo a la altura de los grandes. Al descanso con ventaja, el panorama soñado.

El segundo acto fue un ejemplo de como sobrevivir y guardar lo conseguido en la primera mitad. El ímpetu local quedaba en nada en cada ocasión en la que se acercaban al área de Aulestia. La defensa del ATB ha vuelto a firmar un partido casi impecable, al acabar por quinta jornada seguida con la portería a cero.

Los locales, casi obligados a ganar para evitar los fantasmas del descenso, no podían y eso provocó los nervios en la parroquia local, que castigaba así la poco mordiente ofensiva del equipo.

Y con esos nervios jugaron los de Manix Mandiola y Xisco y Fullana, hoy suplente, estuvieron cerca de matar el encuentro. Pero no hizo falta, los tres puntos vuelan a Palma, al pesar de un susto casi al final en forma de remate al palo del Atlético Saguntino.