Un momento del partido entre el Atlètic Balears y el Constància. | P. Pellicer

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Atlètic Balears 0 – 0 Constància

El derbi era un partido a vida o muerte, pero el Atlètic Balears y el Constància acabaron inmolándose en Magaluf. Blanquiazules y blanquinegros, atenazados por la ansiedad y sin puntería, firmaron un empate insuficiente para ambos, que ven frustrados sus sueños a falta de la última jornada. Y es que el punto convierte en remotas las opciones de playoff de los primeros y en inexistentes las posibilidades de salvación de los segundos, que consumaron su descenso a Tercera tras un duelo agónico.

La necesidad se convirtió en la mejor inspiración del Constància, que necesitaba la victoria y esperar las derrotas de sus rivales para llegar con opciones a la última jornada. El equipo de Ignasi Llompart entró en el partido dispuesto a mandar en el juego, que en los primeros compases se desarrolló en la parcela local y con la sensación de dominio de los inquers, más precisos en las acciocombinativas y con Connor prodigándose por el lateral zurdo.

Sin embargo, el Atlètic Balears dispuso de su ocasión más clara a los cuatro minutos, cuando un pase de la muerte de Pedro Capó lo mandó Thiago al larguero. Poco después, el Constància lo intentó con sendos disparos lejanos de Rubén Carreras y Nico.

Encomendando al juego directo y su buen hacer en las acciones de estrategia, el Atlètic Balears dispuso de una nueva oportunidad para adelantarse en el marcador con un remate de cabeza de Campins que se marchó rozando el palo izquierdo de Gaspar Veny.

Cambio

Las ocasiones locales y la lesión del visitante Alberto López dio un giro al juego. Los blanquinegros tuvieron que reajustarse y Esteban a punto estuvo de desnivelar la contienda al filo del descanso, pero su disparo tras una prolongación de Del Castillo se topó con los reflejos de Gaspar

El Constància salió mejor del descanso y dispuesto a trasladar la tensión a las filas blanquiazules, cortocircuitadas en la creación con Thiago desaparecido. Los inquers pusieron cloroformo al partido ralentizando los saques y tirando de oficio ante un rival desconcertado que veía cómo las manecillas del reloj empezaban a volar.

El Atlètic Balears comenzó a asumir riesgos. La recompensa para los locales pudo llegar en el minuto 66, cuando disfrutaron de una doble ocasión. Gaspar respondió al disparo cruzado de Florín e hizo lo propio ante el segundo lanzamiento de Xisco.

La ansiedad pasó a impregnar todas las acciones del partido. Las imprecisiones a la hora de construir y los despejes en la destrucción fueron la tónica en un tramo del partido en el que se lesionó Calonge, algo que pudo costarle muy caro a los visitantes, que vieron cómo el árbitro asistente señalaba un fuera de juego a Florín en el minuto 23 cuando éste se plantaba solo ante Gaspar sin que el central visitante pudiera darle caza en la carrera.

En pleno esfuerzo final, Calonge, renqueante, adelantó su posición y el central local Del Castillo pasó a jugar de ariete. El partido estaba roto con los dos contendientes dejando descolgados a muchos efectivos. Los locales ya no pondrían en aprietos a Gaspar mientras que en el 92 aparecía una mano salvadora de Xavi Ginard para impedir el gol de Nico. Un final triste para ambos.