El jugador del Atlètic Balears Xisco Hernández intenta ganar la posición, ayer, ante un rival. | Jaume Morey

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El nuevo año no altera las buenas costumbres del Atlètic Balears, que sigue haciéndose fuerte en Magaluf apoyado en el manual que le ha consolidado entre la nobleza de la categoría. Los blanquiazules descorcharon 2014 con un trabajado empate ante el Olímpic de Xàtiva y, una vez amarrada la salvación virtual con 42 puntos, los hombres de Nico López se disponen a dar vida a su particular puja por la próxima Copa del Rey y al sueño de las eliminatorias de ascenso.

El pulso entre el ATB y el Olímpic de Xàtiva fue como una pelea de clones. Y nada mejor que una lucha escenifica el juego desplegado por dos contendientes parejos en lo físico, lo técnico y en lo que a estilo se refiere. Y el choque de alto voltaje hizo saltar chispas entre Juan Vich y Bleda en un lance que metió al público de lleno en la contienda.

Los locales hicieron más que el Olímpic por bajar el balón al césped, aunque el primer disparo entre los tres palos fue de Nando Ramón, cuyo lanzamiento de falta en el minuto 20 murió manso en las manos de Xavi Ginard. Los visitantes se encomendaban a la corpulencia y calidad del mallorquín para mantener su amenaza latente sobre el arco de Xavi Ginard, que respondió con acierto a las ofensivas aéreas del Olímpic. En cambio, las mejores ocasiones del primer acto fueron blanquiazules con un remate de Florín y otro de Cristian que salió rozando el palo tras una buena jugada colectiva.

Batalla

La batalla por cada centímetro de terreno volvió a desatarse tras la tregua del descanso. El Olímpic ganó metros en la guerra de trincheras que plantearon mallorquines y valencianos. Samu y Ferrer cortocircuitaron la línea de creación blanquiazul y el empuje visitante fue arrinconando al equipo de Nico López, que removió el banquillo para enjugar la ventaja que fueron adquiriendo los visitantes en el centro del campo.

Apenas un disparo desviado de Esteban puso en aprietos a la zaga del Olímpic, que con oficio y fortaleza física fue arrinconando a un Atlètic Balears que estuvo espeso en los despejes y para hilvanar jugadas con claridad.

Los locales repelieron la sucesión de saques de esquina en que se convirtieron los instantes finales y la resistencia tuvo recomopensa, ya que el empate permite al ATB seguir invicto en casa, encadenar tres partidos sin encajar y situarse colíder de la categoría tras la derrota del Llagostera.