Antes/ahora

TW

Con excesiva fluidez se comprueba que muchas crónicas, periodistas y políticos repiten sus alabanzas al turismo fuera y dentro de las circunstancias actuales. Aquí está el desvarío: Antes/ahora.

Aluden a los beneficios socioeconómicos de nuestro primer modelo productivo sin distinción cronológica y argumentan que no se puede contraponer el binomio economía y salud porque la economía también es salud. Ocultan que la salud, entre todas sus atribuciones imperecederas, también es economía. Sobre todo ignorando que el factor, circunstancia o motivo que ha contrapuesto economía y salud no es voluntario y depende de un virus en forma de pandemia que asola el mundo. Resulta que los virus, éste con exagerada gravedad, recurren a dos medios para propagarse: la movilidad y la agrupación.

Virtual eje sobre el que se vertebra cualquier actividad turística, desde los viajes a la hostelería pasando por el hospedaje. Su binomio, antes aceptable es, ahora, ficticio. Por desgracia, el turismo actúa de catalizador de los contagios. En este punto convendría más prudencia en establecer prioridades, sobre todo porque las medidas de prevención aplicadas no son seguras ni veraces.

No se ha demostrado y se sigue ignorando la fisiopatología del virus. Si la actual confusión no se corrige, admitiendo que la economía es también salud podemos adelantar un hecho cierto: la pandemia progresiva, como la presente, será el motor que agote la economía y el resto de actividades e iniciativas de todos nosotros.

Brindo por una actitud: antes de proponer lo elemental conviene reparar, en lo posible y en lo peor.