Estimado director, me remito a usted sobre la preocupación que existe hoy en día a cerca de la discriminación a las personas latinas que hablan catalán. No entiendo que a esta altura aún cabe la posibilidad que existan actitudes de marginación que puedan hacer daño a los derechos de la persona.

Todos tenemos el derecho de ser tratados con respeto y dignidad, independientemente del origen étnico o del idioma. El rechazo lingüístico es un motivo que cada vez se acepta menos, ya que tiende una línea muy fina al racismo y más si este se realiza hacía la comunidad latina.

Como sociedad tendríamos que fomentar la inclusión y la igualdad de oportunidades a cada ciudadano, así poder construir un ambiente cómodo y con diversidad, independientemente del origen o de la lengua.

Como ciudadanos deberíamos tener esa responsabilidad afectiva de comportamientos y actitudes, para repelar esos prejuicios o estereotipos que realimenta a la discriminación. Así, poder convivir y construir un mundo más justo e inclusivo para todos.

Por último, pero no menos relevante, como este tema afecta a mi persona de primera mano, decir que esta lucha contra el racismo y la discriminación es una responsabilidad que tenemos conjunta pero cada uno tiene el compromiso para que se valore la diversidad y sobre todo se respete.