Varios de los arrestados, este jueves, a su llegada a los juzgados de Vía Alemania de Palma. | R.S.

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La jueza de Instrucción número 2 de Palma, en funciones de guardia, ordenó a última hora de este jueves el destierro de Mallorca de los integrantes del clan detenido el martes en el barrio de Camp Redó. Los sospechosos tienen cinco días naturales para abandonar la isla. Según fuentes judiciales la magistrada tomó esta decisión tras el informe de la fiscal y el completo atestado policial realizado.

Los investigadores atribuyen más de 40 robos repartidos por toda la Isla a los sospechosos, que llegaron hace dos años procedentes de Ciudad Real tras verse involucrados en dos homicidios. La Policía Nacional y la Local de Palma desmantelaron la organización tras el despliegue de medio centenar de agentes por Corea. Los funcionarios arrestaron a doce personas, una de ellas menor, y registraron varias viviendas. Se les imputa pertenencia a grupo criminal, robos con violencia, hurtos, amenazas y coacciones.

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Los arrestados, según informó la Jefatura Provincial en un nota de prensa, comenzaron su espiral delictiva en pequeños pueblos de Mallorca. Como eran rápidamente detectados en estas localidades decidieron trasladarse a Palma y empezaron a ocupar pisos en Corea y Son Gotleu. Y en ese momento los robos empezaron a sucederse en la capital balear. Los investigadores creen que son los autores de un total de 43 hechos delictivos y se calcula que el prejuicio económico podría ascender a 40.000 euros, aunque el denunciado se sitúa en 25.000 euros. Muchos de los perjudicados no informaron a la policía de lo ocurrido por temor.

En algunos de los episodios, los sospechosos llegaron a perseguir a las dependientas de las tiendas hasta sus domicilios, llegando a aterrorizarlas. Una de ellas llegó a dejar su trabajo y varias pidieron el traslado a otros establecimientos. Asimismo algunos de los propietarios tuvieron la idea de cerrar su negocio por las pérdidas que los robos le estaban acarreando.