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El incidente por el que el juez de instrucción número 3 de Inca ha dictado sentencia ocurrieron en la noche del día 3 de agosto del pasado año. Se produjeron en la localidad de Pollença.

Una patrulla de la Policía Local del municipio decidió detenerse en la calle Reina Maria Cristina al observar un turismo que aparcaba en un lugar prohibido. Uno de los agentes, ante la infracción, rellenó un boletín de denuncia y lo colocó sobre el vehículo, con matrícula IB-0890-CX. En ese momento apareció el dueño del coche. Según refiere la sentencia, este hombre, no sólo rompió la denuncia ante el agente que le había multado, sino que se dirigió hacia él y textualmente le dio «no vuelvas a poner basura encima de mi coche». Acto seguido, continúa explicando la sentencia, el conductor le volvió a repetir al agente la misma frase y a continuación añadió textualmente «me suda los huevos y me lo pasó por aquí», refiriéndose a la denuncia.

La sentencia del juzgado de Inca considera probado que el agente de la Policía Local, ante el cariz de los acontecimientos, le dijo al conductor que se identificara. Este persona, no sólo no acató la indicación del agente, sino que respondió con un gesto obsceno. Se colocó su mano en los genitales y le dijo al agente que «éste es mi nombre».