El juicio por el asesinato de la expendedora de cupones continuó ayer la vista.

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La declaración de los policías locales de Capdepera marcó la segunda sesión del juicio por la muerte de Maria Nicolau, la vendedora de cupones asesinada, caso por el que están acusados los hermanos Domingo y Joaquín Vidal Avellaneda. Durante esta jornada se puso de relieve las numerosas dudas que rodean la actuación de los policías, tanto antes como después de descubrir el cadáver. Maria Nicolau desapareció el día 10 de septiembre de 1996, fecha de su asesinato. Su cadáver se descubrió diez días después. Lo encontró la Policía Local. El día 16 de septiembre la policía detuvo a Pedro Gelabert Vidal (ya fallecido) con su vehículo. Se descubrió que dentro de una riñonera llevaba una alianza, que tenía la inscripción «Oswaldo y María». Pertenecía a la víctima. A Pedro le bastó con decir que el anillo era de su hermana para que la policía lo dejara en paz, pese a que era el autor del asesinato. El día 19, según explicó el sargento de la policía, Domingo Vidal, que niega su implicación en el crimen, detuvo a una patrulla. Se subió al coche y dijo que fueran a un lugar apartado para que los vecinos no lo vieran hablando con la policía. Fueron a una zona de acantilados. Allí hizo algunas insinuaciones y habló de su sobrino Pedro. Dijo que Pedro había aprendido en la cárcel que si mataba a una persona, debía quemar el cadáver con gasolina. Explicó también que este incendio se debía realizar en un lugar que no llamara la atención. Estas insinuaciones, según coincidieron los policías locales, bastaron para llegar a la conclusión de que el lugar donde podía estar la desaparecida era el vertedero de Capdepera. Al día siguiente se confirmó esta sospecha. El cadáver estaba quemado y amordazado. .

Pedro Gelabert implicó a sus dos tíos ante la Guardia Civil
El sargento de la Guardia Civil de Manacor, que dirigió la investigación del caso, aseguró que el fallecido Pedro Gelabert, al ser detenido, no sólo se limitó en reconocer que había participado en el asesinato de Maria Nicolau, sino que en ese momento implicó a sus dos tios. Al testigo le llamó la atención que antes de proceder a las detenciones, Joaquín acudió al cuartel para implicar a su sobrino Pedro, y que le extraño que conociera tantos detalles del asesinato, a pesar de que decía que no había participado. Pese a que la policía afirmó que en Capdepera existía una fuerte presión social para encontrar a la cuponera, la Benemérita tuvo noticias de su desaparición el día que fue descubierto el cadáver.