Yo tenía un perro y me lo envenenaron» explica Sebastià Alzamora. ¿Quién puede querer tanto mal a una pobre bestia y a su dueño? Sebastià Alzamora, en cambio, quería tanto bien a su perro que le ha dedicado toda una novela, Ràbia. La rabia es el sentimiento que produce que alguien se ensañe con un pobre animal, el más fiel de los compañeros. Un animal tan alto como un hombre bien constituido: metro ochenta cuando se ponía de pie sobre las patas traseras. ¿Es esto lo que nos diferencia de los animales, el hecho de que nosotros vayamos más o menos erguidos? A menudo es así. No tenemos la fidelidad de un perro, ni la nobleza de un caballo, ni por supuesto la vista de un lince. Tenemos, en cambio, la tendencia a imitar de un mono, la facultad de repetir a tontas y a locas de un papagayo, y a menudo el cerebro de un mosquito.
Rabia
Palma29/03/22 3:59
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