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El Ajuntament de Inca ya dispone de un ambicioso proyecto para construir las aules de natura que se ubicarán en el Serral de ses Monges. Con un total de 1.010 metros cuadrados de superficie ocupada, la moderna infraestructura podrá dar cabida a 252 personas sentadas bajo los porches laterales, mientras en la explanada central, que quedará al descubierto, cabrán 314 personas sentadas más un escenario, por lo que el espacio podrá ser polivalente.

Aunque el proyecto tiene el visto bueno de la Conselleria de Medi Ambient del Govern, «ahora estamos pendientes que la Conselleria d'Economia del Govern de luz verde a la partida destinada al proyecto que ya está reservada», según explicó el alcalde de la ciudad, Pere Rotger, que reconoció que «nos encontramos en un mal momento económico pero confío en que se hará un esfuerzo».

Por otra parte, el alcalde Rotger destacó que «se ha mejorado el convenio de colaboración con la Conselleria de Medi Ambient mediante el cual el nuevo centro entrará a formar parte de la red del Ibanat».

En este sentido el alcalde aseguró que «con esta novedad nos garantizamos el mantenimiento del recinto y la afluencia de más gente que se acercará hasta el Serral de ses Monges para visitar las aulas naturales».

Las aules de natura, que tienen un presupuesto de 298.625 euros, se construirán en una parcela de 71.551 metros cuadrados de superficie, y el edificio tendrá una forma aerodinámica que recuerda al trébol. En el proyecto se explica que «los tres lados del edificio focalizan en el centro de la plaza para que se puedan celebrar diferentes actividades en la zona que queda al aire libre».

El objetivo de la nueva infraestructura es crear un espacio para recibir visitantes, de manera individual y colectiva, y servirá para focalizar las actividades que se llevarán a cabo en el parque. Según el estudio realizado por el arquitecto Rafel Moranta, «la tipología del edificio podría recordar los claustros o porches característicos del área mediterránea, un sistema creado también por otras culturas como los yanomamos del Amazonas para edificar sus poblados, que se cierran al exterior y se abren hacia su parte central».

En el mismo estudio también se añade que «la intención del moderno edificio es poner límites a la vegetación para poder disponer de una área para actividades que estén resguardadas del sol y del viento, pero al mismo tiempo interesa que dicha vegetación se acerque el máximo al perímetro para que haga desaparecer las fachadas del edificio».